La dirección de Telefónica de España ha comunicado el despido a cinco de los trabajadores expedientados y la suspensión de 45 días de empleo y sueldo a otros cuatro. De los despedidos, cuatro de ellos son delegados del Comité de Empresa de Madrid, dándose la circunstancia que una de ellos, es miembro del Comité Intercentros.
Telefónica ya había comunicado a estos trabajadores la apertura de un expediente al entender como muy graves los sucesos acaecidos el pasado 26 de junio frente a las sedes que Comisiones Obreras y UGT tienen en el complejo de Las Tablas de Madrid. Aquel día, cerca de 3.000 trabajadores se manifestaban para exigir a los sindicatos mayoritarios en el Comité Intercentros que no se firmara el nuevo Convenio Colectivo. La dirección de la empresa acusa a estos nueve trabajadores de graves insultos contra los sindicatos y de atentar contra la integridad física y moral de las personas.
Sin embargo, y de eso son testigos todos los trabajadores allí presentes, lo sucedido allí no tiene nada que ver con las acusaciones de la empresa y mas bien parece un burdo montaje para desviar la atención así como para descabezar el sindicalismo que, en la actualidad, defiende los intereses de los trabajadores. Porque el nuevo Convenio Colectivo, a pesar de que más del 60% de la plantilla secundó las movilizaciones para que no se aceptara en esas condiciones, se firmó el pasado 2 de julio. Y en el acto protocolario, el representante de Comisiones Obreras exigió a la empresa que sancionara a esos trabajadores. Desde entonces se ha desatado una verdadera caza de brujas con la apertura de expedientes y las informaciones tergiversadas dirigidas a los trabajadores de la empresa tachando de violentos a quienes, para los que estaban allí presentes, tan solo eran sus representantes elegidos para entrar y hablar con los sindicatos dispuestos a firmar.
Una cortina de humo, también para ocultar la paralización por parte del Ministerio de Trabajo de la legalización del Convenio Colectivo exigiendo a la Comisión Negociadora la presentación de alegaciones. Todo ello tras la denuncia ante este organismo de AST (Alternativa Sindical de Trabajadores) por ilegalidades, alegando el fallo de la Sentencia de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo que anulaba determinadas cláusulas del anterior Convenio por dejar abiertas Mesas de Negociación Permanente en las que se excluía a parte de la representación social. Asimismo se fundamentaba en la ilegalidad que suponía la aceptación de la doble escala salarial para trabajadores que desarrollan el mismo trabajo que introducía el nuevo convenio y sobre el que ya existía una reciente jurisprudencia en la empresa Repsol.
Sin embargo, la dirección de la empresa con el apoyo explícito de los sindicatos mayoritarios, ha decidido despedir a cinco trabajadores y sancionar a otros cuatro más. Este apoyo viene fundamentado en el pliego de descargos presentado por el Comité Intercentros en el que da vía libre a la empresa para iniciar las sanciones ratificándose en la “condena de la violencia para conseguir los objetivos”. Algo también novedoso ya que hasta ahora este organismo se remitía al pliego de descargos de los Comités provinciales y, en este caso, ha hecho caso omiso del presentado por parte del Comité de Madrid.
El nuevo Convenio Colectivo fue firmado por la mayoría del Intercentros, CCOO (4), UGT (4) y UTS-STC (2) y con la oposición de CGT (1), AST (1) y CoBas (1). Y los trabajadores sancionados son de AST (3 despedidos y tres sancionados), CGT (1 despedido), UTS-STC (1 despedido) y CoBas (1 sancionado).
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Fuente: Rebelión