SOS Racismo Navarra considera "justas" las reivindicaciones de los inmigrantes irregulares que en Barcelona reclaman un proceso de regularización para poder obtener permisos de residencia y trabajo.

SOS Racismo Navarra considera «justas» las reivindicaciones de los inmigrantes irregulares que en Barcelona reclaman un proceso de regularización para poder obtener permisos de residencia y trabajo.

Para esta ONG, es necesario poner urgentemente en marcha medidas globales para solucionar una «situación estructural muy grave», ya que los mecanismos existentes no pueden absorber la bolsa de irregularidad.

Para SOS Racismo, que propone permisos de residencia y trabajo para todos, «la inmigración irregular no es un efecto colateral de la ley de Extranjería» sino que es la misma norma la que fomenta este tipo de llegada al país y la creación y cronificación de la irregularidad ; falta de vías regulares de entrada o regularización, imposibilidad de contratar a una persona que ya se encuentra en España, irregularización por la pérdida de permiso de trabajo debido a la lentitud de la Administración en la resolución de expedientes etc.

La ONG critica en una nota de prensa que el PSOE contribuyó a crear, con su «oposición sistemática» a cualquier proceso de regulación extraordinaria y el «apoyo al endurecimiento» de la ley de Extranjería, la herencia del millón de extranjeros en situación irregular que ha recibido el nuevo Gobierno, 24.000 en Navarra.

Considera que el desalojo por la fuerza de inmigrantes en Barcelona «además de una vergüenza, es una contradicción flagrante en una sociedad que quiera denominarse democrática y respetuosa con los derechos humanos». Critica que ese millón de personas tenga también privados los derechos fundamentales de asociación, reunión, manifestación, sindicación o huelga y estén sometidas a explotación laboral y relegadas «a la categoría de no ciudadanas».

Además de permisos para todos, SOS Racismo también abogan por la revocación inmediata de todas las órdenes de expulsión no ejecutadas, la posibilidad de acceder a la regularización a partir del trabajo realizado, aunque sea en la economía sumergida, y favorecer la contratación de las personas que se encuentren viviendo en España, sin que tengan que volver a su país a por el visado.