Siete meses después del despido y posterior suicidió de Pablo Díez, la Empresa ha tenido que reconocer su error. La dirección de autobuses de TMB ha aceptado que le despidió de manera improcedente, a pesar de que no lo menciona en su nota a la prensa. No quiere que la ciudadania se entere.
Las cosas ya no pueden continuar como antes ¡Se acabó !
Siete meses después del despido y posterior suicidió de Pablo Díez, la Empresa ha tenido que reconocer su error. La dirección de autobuses de TMB ha aceptado que le despidió de manera improcedente, a pesar de que no lo menciona en su nota a la prensa. No quiere que la ciudadania se entere.
¡Se acabó ! Siete meses después del despido y posterior suicidió de Pablo Díez, la Empresa ha tenido que reconocer su error. La dirección de autobuses de TMB ha aceptado que le despidió de manera improcedente, a pesar de que no lo menciona en su nota a la prensa. No quiere que la ciudadania se entere.
A pesar de todo, la familia de Pablo y los directivos de TMB han llegado a un acuerdo que pone las cosas en su sitio. Xavier Casas, presidente de TMB, y todo su equipo directivo han preferido asumir su error, antes que enfrentarse a un juicio que podía traer aún más graves consecuencias.
La presión ejercida por los trabajadores de TMB ha sido clave para que la Empresa se haya echado atrás y haya admitido que se había equivocado. Sin la huelga realizada el 8 y 9 de mayo, las noticias en prensa y televisión, las protestas frente al juzgado y el apoyo ciudadano a la familia de Pablo no hubiera sido posible vencer a Casas y su equipo.
El acuerdo
La Empresa reconoce el despido improcedente de Pablo Díez, por lo que tendrá que abonar a sus descendientes la indemnización que marca la Ley, 45 días por año trabajado.
La empresa tendrá que abonar, también, una cantidad fija a las cuatro hijos menores de edad de Pablo, hasta que alcancen los 24 años de edad en conceptos de estudios y formación laboral.
Este ha sido, a grandes trazos, el acuerdo al que han llegado las partes y que, desde CGT, valoramos positivamente. Por este motivo desconvocamos el paro de cuatro horas que estaba previsto para el 26/10/2004.
El acuerdo rehabilita el honor de Pablo y asegura el futuro económico durante un tiempo de sus descendientes.
Ha llegado la hora de valorar cómo es posible que Xavier Casas, sabiendo que el despido habia sido improcedente, permitió que la ciudad de Barcelona se quedará sin autobuses durante la huelga del 8 y 9 de mayo. También hay que decir abiertamente que sólo cuando nuestro presidente se ha visto en la situación de tener que ir a declarar y de tener que asumir su responsabilidad, primero ha intentado pasar el marrón al Consejero delegado, Constantí Serrallonga, y segundo ha preferido aceptar la realidad y dar la razón a la familia de Pablo Díez.
Sólo por estos motivos, Xavier Casas debería dimitir de su responsabilidad en TMB. Nos averguenza tenerle como presidente. Nos da asco pensar que un tipejo de su catadura moral, que antepone sus intereses personales a la integridad de sus trabajadores, preside nuestra empresa.
Secuaces
Desde CGT denunciamos a UGT como el sindicato de Xavier Casas, ha demostrado importarle absolutamente nada la vida de un trabajador y de su familia. No sólo traicionaron a la familia de Pablo desmarcandose dos días antes de la huelga del 8 y 9 de mayo, sino a todo el comité de empresa. A pesar de haber hecho un llamamiento contra la huelga, sus delegados permanecieron en el comité de huelga para no tener que trabajar, pero si cobrar el jornal. Lo cual dice mucho de sus principios como delegados sindicales. Además, durante todos estos mesos han estado lanzando rumores y falsas acusaciones contra Pablo, su familia y los sindicatos que les apoyabamos.
Para empezar, lo que ha sucedido con Pablo sólo ha sido la gota que colma el vaso en cuanto a la política sancionadora de la Empresa. La lucha emprendida por la plantilla de TMB ha servido de aviso a nuestros directivos, estamos seguros de que en el futuro no osarán repetir estos abusos, pero no nos conformamos y es por ello que queremos que se modifique el régimen disciplinario.
Alternativa
Por último, estos siete meses de lucha han dejado bien claro que cuando se tiene la razón y se lucha por ella se puede ganar. Hemos conseguido ponernos a la ciudadania de nuestro lado y conseguir romper el silencio mediático, a través de mucho trabajo sindical (pegada de carteles, notas de prensa, recogida de firmas, concentraciones, huelga, etc.).
Desde la CGT opinamos que se ha llegado al final de un camino, que las cosas ya no pueden continuar como antes y que, a partir de ahora y con la experiencia que nos ha dado esta lucha, debemos empezar a construir, con todos los trabajadores que así lo deseen, una alternativa real de los trabajadores frente al sindicalismo profesional que representan las otras fuerzas sindicales.
Par : CGT TMB AUTOBUSES BCN