Ecologistas en Acción ha remitido una carta al embajador danés en España, Lars Thuesen, donde muestra su estupor y rechazo a la propuesta del Ministerio de Justicia de ese país, ante la pretensión de habilitar una figura legal en desuso para ensañarse con los activistas de Greenpeace que realizaron una acción no-violenta en la Cumbre del Clima de Copenhague de 2009.
Luis González, coordinador de Ecologistas en Acción muestra en la misiva al embajador “nuestro estupor al conocer la noticia de que el Ministerio de Justicia Danés ha decidido recurrir a la figura legal de “el párrafo de la Reina”, que estaba en desuso desde hace más de 75 años, para agravar los cargos a las cuatro personas, activistas de Greenpeace”.
González le recuerda al embajador que, “el gobierno que usted representa sabe que la acción no tenía como finalidad realizar ningún tipo de injurias a nadie, sino denunciar la pasividad con la que discurría la cumbre ante la importancia de lo que allí se estaba tratando. Una importancia que remarcan los informes del IPCC de Naciones Unidas.”
González le recuerda al embajador que, “el gobierno que usted representa sabe que la acción no tenía como finalidad realizar ningún tipo de injurias a nadie, sino denunciar la pasividad con la que discurría la cumbre ante la importancia de lo que allí se estaba tratando. Una importancia que remarcan los informes del IPCC de Naciones Unidas.”
El coordinador de la organización ecologista subraya que “ya en su momento se trato con desproporcionada dureza a los cuatro activistas de Greenpeace, teniéndolos 20 días en prisión por una acción simbólica claramente pacífica. Es como si a su Gobierno no le quedaran muchas más herramientas que la represión en su relación con el movimiento ecologista.”
Luis González es contundente cuando le recuerda al embajador danés que “durante la cumbre, el gobierno que usted representa convirtió Copenhague en un espacio fuertemente represivo, en contra de la tradición democrática que siempre había caracterizado a los países nórdicos. Le recuerdo que fueron detenidas casi 2.000 personas, la mayoría de ellas de forma “preventiva”. Es decir, que se les privó de su libertad y de su derecho de expresión política, algo que, al menos aquí, consideramos un preocupante indicador de pobreza democrática.”
El coordinador ecologista subraya que han sido los propios tribunales daneses quienes han sancionado la actuación policial, remarcando su ilegalidad y obligando al gComo sabe no existieron nunca los disturbios que tanto se anunciaron. Además, los tribunales daneses han sancionado que la actuación policial, dirigida por su Gobiobierno danés a indemnizar con 1.200 euros a cada una de las persona detenidas ilegalmente.
González se despide del embajador, mostrando su completa solidaridad con los activistas de Greenpeace, entre los que se encuentra Juan López de Uralde, pidiendo que no se les reprima más, y parafraseando a Shakespeare concluye que: efectivamente, algo huele a podrido en Dinamarca y no son precisamente las organizaciones ecologistas. Le transmitimos nuestra esperanza de que sean capaces de volver a tener una relación proporcionada entre actos y consecuencias, reencontrando el pulso democrático.”
Ecologista en Acción