El colectivo de técnicos y técnicas de Telefónica-Movistar comenzó una huelga indefinida en todo el Estado el 7 de abril, unos días después de que se iniciara en Madrid (28 de marzo). El desencadenante fue la intención de la multinacional de las telecomunicaciones de rebajar el precio del trabajo en las empresas subcontratistas en un momento en que este personal ya se encuentra en una situación límite. El personal técnico depende de contratas, subcontratas o es obligado a hacerse autónomo, cuando en realidad efectúa las mismas tareas que el poco personal que aún forma parte de la plantilla. Este colectivo altamente precarizado percibe salarios de 500 a 800 € brutos mensuales para trabajar hasta 10 y 12 horas diarias. Estas retribuciones se pueden acabar convirtiendo en unos 400 € porque deben sufragarse la seguridad social, impuestos, vehículo y gasolina, entre otros gastos.
Por su parte, Telefónica-Movistar se acoge a las leyes neoliberales para decir que esta huelga no tiene nada que ver con la empresa y no reconoce el colectivo en huelga como interlocutor válido. En realidad, los técnicos y técnicas son la cara visible de Movistar, son las personas que van a los hogares a instalar o arreglar las líneas en nombre de Telefónica, y trabajan en condiciones que califican de esclavitud.
Por su parte, Telefónica-Movistar se acoge a las leyes neoliberales para decir que esta huelga no tiene nada que ver con la empresa y no reconoce el colectivo en huelga como interlocutor válido. En realidad, los técnicos y técnicas son la cara visible de Movistar, son las personas que van a los hogares a instalar o arreglar las líneas en nombre de Telefónica, y trabajan en condiciones que califican de esclavitud. Después de un mes de huelga, las averías se acumulan por falta de personal, las portabilidades y nuevas altas están paradas y, sin embargo, Telefónica-Movistar aún insiste en que «el conflicto es ajeno a la empresa».
● Recientemente, Telefónica ha subido el precio de sus servicios a todos los usuarios/as argumentando mejoras en la calidad del servicio
● El personal técnico percibe salarios de 500 a 800 € mensuales para trabajar hasta 10 horas diarias mientras que el presidente de la empresa, César Alierta, gana más de medio millón de euros al mes
● Los miembros del consejo de administración de la multinacional, los mismos que aprobaron un ERE que afectaba 6.830 trabajadoras (2011 a 2013), se subieron un 20% el sueldo del año pasado
La huelga de técnicos y técnicas -en un sector estratégico como el de las telecomunicaciones – puede suponer un punto de inflexión en la lucha contra la precariedad laboral que se puede extender a otros sectores. Se trata de un colectivo fragmentado en cientos de empresas y con miles de contratos de falsos autónomos. Sin embargo, durante las últimas semanas se han unido para defender su dignidad y reclamar una mejora de las condiciones laborales.
Propuesta de la Coordinadora Estatal de las Asambleas de Trabajadores/as de contratas, subcontratas y autónomos de movistar en huelga:
En aras del entendimiento entre ambas partes en conflicto y al restablecimiento de la normalidad en la prestación del servicio a los clientes y ciudadanía en general, estaríamos en disposición de suspender temporalmente hasta el día 1 de septiembre de 2015 la huelga indefinida, si Telefónica y las Contratas aceptasen los siguientes puntos que proponemos:
1.-Retirada del actual contrato de Bucle. Establecimiento de un nuevo contrato mercantil entre Telefónica y las empresas contratistas que garantice unos sueldos dignos, una jornada de 40 horas semanales y poder descansar dos días a la semana.
2.-Apertura de una mesa de negociación estatal donde las asambleas de trabajadores/as en huelga estén representadas por personas elegidas por éstas. En dicha mesa, presentaríamos el resto de reivindicaciones planteadas por la Huelga, fijando como punto de partida para dicha negociación el acuerdo suscrito por CCOO y UGT y las empresas de Contratas y teniendo en cuenta que dicho acuerdo no soluciona la problemática existente.
3.-Garantía de no represión y no sustitución de los trabajadores en Huelga.
Esperamos que se concrete una respuesta a nuestro ofrecimiento lo antes posible, habida cuenta del drama humano que suponen tantos días de huelga, del perjuicio económico para las empresas y de la repercusión en el servicio prestado a la sociedad. En este sentido, entendemos que el 31 de mayo es una fecha más que razonable para recibir una respuesta a este escrito público. Mantenemos hasta esa fecha, entonces, nuestro ofrecimiento de suspensión de la huelga.
Entenderemos que, si no tenemos respuesta hasta esa fecha, la nula voluntad negociadora de Telefónica y las Contratas quedará patente ante toda la ciudadanía y se revelará como única responsable del conflicto y sus consecuencias.
Fuente: CGT - Cantabria