Abaratar los despidos en los contratos indefinidos para que aumenten. Ésa es la tesis que hoy ha vuelto a defender el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes. Añadió que «resolver el problema (de la temporalidad) de una vez por todas no creo que vaya a ser posible», pero sí «en pasos sucesivos». Solbes opina también que los sueldos no deben crecer al mismo tiempo que los precios, porque esto agravaría la inflación.
España «siempre» va a tener una temporalidad «algo mayor» a la media de la UE, aunque «seguramente» sin llegar a los niveles actuales, en los que es «imprescindible» bajar el volumen de empleos temporales. El ministro ha hecho estas declaraciones durante la clausura del «Encuentro 2006 del Sector Financiero», organizado por el Foro de la Nueva Economía.
Una temporalidad que tiene relación con el tipo de empleo existente en España, pero también «con el coste de la finalización» del contrato de trabajo. Hay una «multiplicidad» de contratos, indicó Solbes, pero este asunto «debe resolverse en el diálogo social».
Recordó que el Gobierno ha sugerido una serie de ideas para implantar un coste gradual del despido, pero esa fórmula «tiene dificultades para salir adelante».
«Creo que debemos seguir insistiendo en intentar llegar a algún acuerdo que nos permita reducir la temporalidad y mejorar la situación en nuestro país», agregó el vicepresidente.
Además, y por vez primera, el vicepresidente lanzó un mensaje contra la “indiciación parcial» de los salarios en función de la evolución de los precios, lo que puede agravar las tensiones inflacionistas.
Por la movilidad de los nuevos europeos
Sobre otro aspecto relevante del mercado laboral, la libre circulación de inmigrantes procedentes de los 10 nuevos países de la UE, restringida desde el 1 de mayo de 2004, Solbes apuntó que la posición del Gobierno es «más bien favorable» a eliminar, a partir del 1 de mayo próximo, esas cláusulas que limitan la movilidad de estos nuevos ciudadanos europeos.
En materia de inflación, Solbes atribuyó el importante diferencial entre España y la zona euro a una economía «menos eficiente», con un consumo de energía «más intensivo», que se ha visto acompañado por «factores atípicos», como las heladas y la posterior sequía del pasado año, que han lastrado a los alimentos frescos.
Junto a ello, «seguramente» hay aspectos de «falta de competencia» y de necesidad de mayor eficiencia en la economía, una dirección en la que, aseguró, trabaja en el Gobierno, en sectores como el energético o el de los transportes.
Fuente: Informativos Telecinco
