En la pasada edición del Rojo y Negro, Rafael Cid publicó un artículo sobre la posibilidad de presentar candidaturas municipales a las próximas elecciones del 2015. Provocando un efecto desestabilizador, parecido al que se produjo en las elecciones de 1931 cuando se proclamó la segunda republica, para comenzar un proceso de cambio de abajo hacia arriba. 

Si bien la idea me parece aceptable, por el contrario no me parece ni el momento adecuado ni por supusto realizable para las fechas que él propone. Expondré aquí mis motivos: 

Si bien la idea me parece aceptable, por el contrario no me parece ni el momento adecuado ni por supusto realizable para las fechas que él propone. Expondré aquí mis motivos: 

1- El movimiento 15M no se encuentra consolidado, ni siquiera en las grandes capitales, ni mucho menos vive un momento de expansión, si dejamos de lado algunos nucleos, como podría ser Madrid. Esto imposibilitaría la presentación de candidaturas al menos con un control por parte de las asambleas. 

2- Estamos hablando de un movimiento tan heterogeneo, que parece dificil que se pudiera poner un programa en comun. La apuesta por la autogestión y por la democracia directa es solo asumible por una parte del movimiento, pero ni de cerca por todas las personas que participan en él. Por otro lado la coordinación entre las distintas asambleas de todo el estado es muy debil o inexistente. Por lo que mandar esta consigna ahora creo que dividiría más al movimiento, sobretodo a la fracción que desea precisamente ir por este camino. 

3- Mandar ahora esta propuesta podría causar caer de nuevo en la la ilusión infantil de que con las urnas se arregla todo, esto ya lo advierte Rafael Cid en su artículo, con la aparición como setas de candidaturas que amparandose en esta propuesta ,en realidad busquen hacerse un hueco entre la clase política. Esto empieza a reflejarse en la aparición de la CUP en sitios donde aparentemente no tenían ninguna trayectoria. 

4- Seamos realistas la influencia de nuestras ideas y más en tono anticapitalista, aun a día de hoy son residuales y por lo tanto es absurdo pensar en una victoria en cadena que desestabilice el sistema. 

5- La influencia en el mundo del trabajo es inexistente. El mundo laboral sigue dominado por burocracias sindicales, que nada tienen que ver con sindicatos de clase. Esto impide la revolución económica a la vez que la política. Por lo cual ,en mi opinión la segunda sería esteril, puesto que la primera supedita la otra. Como digera el anarquista ruso Mihail Bakunin: “la igualdad política es una ilusión mientras no exista la igualdad económica”. 

6- No hay que olvidar los peligros que lleva la reprensentatividad, aunque sea municipal. En muchas ocasiones se convierte en un objetivo en si mismo, olvidando cuales eran las metas y abandonando las practicas que se decían querer alcanzar. De hecho esos peligros los podemos observar en algunos casos en el seno de nuestra propia organización. Por otro lado pensar que porque no cobren entrán altruistamente, me parece con todos mis respetos un poco iluso. Puesto que los privilegios están a la orden del día, por no hablar de los casos de corrupción. 

Con todo esto no quiero dar una imagen derrotista o que la influencia del 15M este agotada. Lo que yo propongo aquí es seguir esa estela. Convocando un encuentro para crear una federación del movimiento antiautoritario y autogestionario ( 15M, sindicatos de base, ateneos, asambleas de parados, cooperativas…) Para desde la coordinación, exponer un programa y plan de acción que con el tiempo se constituya en contra poder. Desde la practica diaria en las asambleas, poniendo en practica proyectos autogestionarios, desde el apoyo mutuo… En conclusión empezando a crear ese nuevo mundo aquí y ahora. Única manera de aprender y crear una conciencia colectiva.

Solo cuando este movimiento este consolidado y tenga una influencia real en la sociedad, se podría aplicar la propuesta de Cid o no. Puesto que podría haber otras alternativas como una abstención masiva que acompañada de una huelga general y manifestaciones pusiera contra las cuerdas al sistema imperante y pusiera en marcha un proceso de cambio, que no tiene porque ser constituyente, con las asambleas populares como base. Este evitaría el peligro de la reprensentatividad. 

Hay quien alegara que este es un camino lento y engorroso, pero ya sabemos a donde nos han llevado esas vías rápidas que nos prometian, como buen mesias, el paraiso terrenal. 

En conclusión pienso que esta aportación de ideas lejos de tener la intención de dividir, puesto que tanto la opinón de Rafael Cid y la mía van paralelas y no son excluyentes, deben enriquecer a esos pequeños nucleos que se están creando. De nuestro aprendizaje y compromiso dependerá que nos podamos ir acercando a ese cambio social tan necesario, aunque sea despacio, pues como se decía en los momentos de mayor efervescencia del movimiento 15M “ Esta vez ,sí, vamos lejos” 

ALEXIS POBLET SOV C.G.T LA SAFOR.


Fuente: Alexis Poblet