Como bien sabéis, el nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha superado lo que venían cobrando en nuestro sector las personas con categoría de teleoperador/a. Esto supone que, de forma automática y con efectos retroactivos al 1 de enero de 2022, quien ostente dicha categoría deberá cobrar, anualmente, la cantidad de 14000 euros.

¿Qué ha pasado? Que como consecuencia de este hecho, se han producido un festival del bombo y platillo que pasamos a explicar. Os adelantamos la moraleja: cuando no se tiene nada que ofrecer, hay quien busca su dignidad debajo de las piedras para sacarle brillo.

El 7 de marzo de 2021 otros sindicatos han impulsado un proceso en el SIMA (Servicio de Mediación y Arbitraje), cuya motivación real era, única y exclusivamente, sacar un comunicado para el autobombo que salve sus vergüenzas. La patronal ha reconocido que cumplía, pero que se allanaba ante la curiosa reivindicación de pagar lo mínimo que exige la ley. En consecuencia lo que se ha hecho ha sido plasmar como un acuerdo con la patronal que se va cumplir como subida del SMI en nuestro sector. Pero como bien sabéis, no hace falta que nadie pacte con la patronal o con ninguna empresa que se cumpla esta ley, y de nada sirve en términos jurídicos ese acuerdo.

¿Qué se pretende entonces? Algo que ya han hecho otras veces y que cada vez es más habitual: aprovechar un elemento externo y ajeno a sus méritos, como la subida del SMI en este caso, para tapar que nuestros salarios siguen congelados y que hemos perdido un poder adquisitivo del 18% en los últimos 12 años.

Pensamos que no es una jugada honesta con la gente y que lo único que se busca es despistar al personal y hacerle creer que se han producido un avance en mitad de la negociación de convenio. Pensamos que ofrece una imagen distorsionada que va totalmente en contra de lo que realmente ocurre en la mesa de negociación. Y pensamos que es una irresponsabilidad hacer esta jugada propagandística para darle a la patronal la oportunidad de «lavarse la cara» y de ofrecer esa imagen que quieren dar de «empresas que se ajustan a la legalidad».

Repetimos, con acuerdo o sin acuerdo, el pago del SMI a las personas que venían cobrando menos que esa cantidad, es de obligado cumplimiento sin necesidad de acuerdos ni componendas. La actualización de las tablas salariales, que es un paso que sí que debe darse en los convenios, debería estar  vinculada al IPC o incremento salarial pactado. Pero, claro, como habréis comprobado, este año o el pasado, o el anterior, las organizaciones firmantes no han salido con un comunicado lleno de colorines indicando que han acordado con la patronal la actualización de nuestras tablas salariales introduciendo los incrementos de convenio.

Porque no había nada que actualizar porque la subida era del 0%.

Así que dejamos claro el burdo intento propagandístico. Para que no te sirvan un gato mientras te venden una liebre. 


Fuente: CGT-Telemarketing