El próximo 16 de noviembre centenares de teleoperadoras y teleoperadores de que atienden las llamadas de Carrefour se quedaran sin trabajo por el cambio de empresa de Contact Center que presta este servicio desde hace años. Las plantillas afectadas están en Sevilla y Madrid.

 

La patronal del sector se niega a aceptar que es inviable que cada vez que haya un cambio de empresa haya despidos masivos, y con la desaparición del contrato de obra esto es ahora una realidad.

CGT entiende que existen dos cuestiones fundamentales para un buen servicio de Contact Center, La mano de obra, que recoge la excelencia de las personas que llevan años gestionando un servicio, y las aplicaciones para desempeñarlo, algo que en el servicio de Carrefour facilita el cliente al 100%. Que haya subrogación en este sector es una necesidad inaplazable si no queremos que las empresas presenten todos los años decenas de despidos colectivos cada vez que hay una empresa que cambia de proveedor.

CGT ha presentado una propuesta de subrogación que adjuntamos a esta noticia y que evitaría estas cuestiones y que no ha sido tenida en cuenta ni por la patronal.

No obstante, quien podría haber evitado este proceso, a mayores que las empresas de telemarketing implicadas es Carrefour, que se lava las manos y es el único que puede solucionar los centenares de dramas que van a provocar estos centenares de despidos sin causa alguna. El impacto de la actitud de Carrefour con sus trabajadoras y con la sociedad es alarmante. Para CGT resulta especialmente dañino el trato que se da a un personal que, en pleno confinamiento, disparó su productividad, debido a la multiplicación de llamadas a este servicio de Contact Center. Mucha gente que no podía ir a comprar físicamente llamó por teléfono o contacto a través del resto de canales no presenciales que atendieron durante todo el tiempo el personal de SITEL con total profesionalidad. Entonces éramos esenciales. Este personal, contratado por SITEL, trabajó desde su casa para que Carrefour saliera adelante y ahora se lo pagan con posible despido. Es una vergüenza. En este sector, hasta que obligue el convenio como pide CGT, sólo hay subrogación si el cliente lo dice, así que hay que pedirle a Carrefour que no se lave las manos. CGT exige a esta multinacional que se haga responsable del destino del personal que lleva 15 años sacando adelante su Contact center. Hasta entonces nos han declarado la guerra y lo vamos a dar todo para defender a esta plantilla.


Fuente: CGT-Telemarketing