Una vez más los trabajadores de la construcción, nos tenemos que enfrentar a la realidad que significa la precariedad laboral y la incertidumbre de no saber si vamos volver a nuestros hogares cuando vamos a trabajar.

Una vez más los trabajadores de la construcción, nos tenemos que enfrentar a la realidad que significa la precariedad laboral y la incertidumbre de no saber si vamos volver a nuestros hogares cuando vamos a trabajar.

Como imaginamos, el supuesto “Nuevo Trato” pregonado por el Gobierno no resulto ser más que un eslogan. Los hechos ocurridos en la mina San José prontamente han sido olvidados toda vez que se siguen castigando a los obreros que se deciden a defender sus vidas por medio de la movilización. Lo anterior se demuestra con el caso de la construcción del Nuevo Hospital de Puerto Montt, donde existiendo escasas medidas de seguridad y de higiene, las autoridades han hecho vista gorda a estas graves falencias, aun cuando nuestro sindicato hace ya bastante tiempo puso en alerta a las autoridades (Seremi de Salud, Seremi del Trabajo y Dirección del Trabajo) con el afán de establecer una mesa de trabajo de carácter tripartita para poder mejorar las condiciones laborales y sobre todo proteger la vida de los trabajadores, pero no fuimos escuchados y ante la negativa de las autoridades y la empresa a llevar a cabo esta mesa de trabajo y después de 8 meses de trabajar en estas condiciones y de un mes de poner en alerta a las autoridades, los trabajadores decidieron realizar un paro para proteger su vida e integridad física y no esperar un accidente grave o fatal.

El día 26 de octubre, se hiso efectivo el paro, prontamente se acercaron las autoridades hasta las dependencias de la obra, constatando junto a los fiscalizadores del seremi de salud y de la inspección del trabajo las escasas medidas de seguridad existentes en el lugar, en una primera instancia se decreto la paralización de la faena por no garantizar la vida y salud de los trabajadores, pero después de 90 minutos de negociación con los representantes de la empresa ( Consorcio BESALCO Moller Perez-Cotapoz) se resolvió una tibia y por lo demás insuficiente e ilegal auto-suspensión de las obras, bajo la condición de subsanar todas las irregularidades dentro de un día, plazo que no fue cumplido y la empresa continuo demostrando su indiferencia a la salud de los trabajadores y su relación de socios con las autoridades del gobierno de la Región de los Lagos.

Ya nos quedo de manifiesto el nuevo trato del gobierno y su compromiso con la salud de los trabajadores -como buenos empresarios es negociable- los costos de producción priman por sobre la inversión en seguridad y el que se atreve a defender sus derechos es castigado con sentencia a la cesantía como los sesenta trabajadores despedidos en la obra el viernes 29 de octubre como represalia a intentar defender su vida.

Ante esto exigimos al Gobierno que tome carta en este conflicto, ya que es el mandante de la obra por medio del Servicio de Salud, dictando las más altas sanciones para la empresa Consorcio BESALCO – Moller Perez-Cotapoz, debido que ellas claramente no tienen falta de recursos, como sucede en la pequeña y mediana empresa, sino que solo quiere ganar más a costa de la vida de los trabajadores. Así también exigimos sanciones a las autoridades que hicieron abandono de deberes y en vez de defender a los trabajadores oficiaron como voceros de la empresa como la Seremi de salud Mónica Winkler y el director de Salud del Reloncavi Rafael Merino.

¡NO MAS REPRESALIAS ! ¡NO MÁS DESPIDOS !

¡FUERA LOS SINDICATOS PATRONALES !

¡REINTEGRO INMEDIATO Y MESA DE TRABAJO AHORA !

¡ARRIBA LOS QUE LUCHAN !

Santiago – Puerto Montt, 2 de noviembre de 2010

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Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción, Montaje y Otros
SINTEC Chile