El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Colombia, Julio Roberto Gómez, afirmó hoy que es «más fácil hacer en el país un grupo guerrillero que un sindicato».
El representante sindical colombiano indicó hoy en rueda de prensa que en la actualidad en Colombia cada día se atenta no sólo contra los derechos de la clase trabajadora, sino también con la de los sindicatos.
En Colombia hay una conducta sindical «absolutamente inaceptable», que se refleja en que en los últimos veinte años 2.700 sindicalistas han perdido la vida fruto de su actividad sindical, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que han calificado este hecho «como un verdadero genocidio contra el movimiento sindical».
Gómez afirmó que «aunque suene un poco duro» es más importante la desaparición de una organización sindical que la muerte de los sindicalistas, ya que «de algo uno tiene que morirse».
El verdadero problema es «ver morir organizaciones sindicales enteras», añadió el representante colombiano de la CGT.
A lo largo de los últimos veinticinco años, el sindicalismo se ha venido destruyendo con organizaciones sindicales enteras en sectores como las telecomunicaciones, la actividad portuaria, en los ferrocarriles, en el sector textil o en el sector público.
En el caso del sector textil han perdido su empleo más de 200.000 personas, junto a su sindicato, en una labor que denominó «operación tierra» que atenta contra el sindicalismo en Colombia.
La misión de la CGT en Colombia, señaló Gómez, es luchar por los 45.000.000 millones de habitantes que viven en el país, y «no quedarnos sólo con el prestigio de ser una organización representativa», apuntó el secretario general.
«No es agradable para uno vivir en un país en el que uno tenga que viajar en un vehículo blindado con un grupo de escoltas protegiéndole la vida», que a la hora de la verdad también se convierte por parte de los gobiernos en «una especie de hipocresía».
Es decir, los gobiernos se dedican a proteger la vida de los sindicalistas mientras «están matando los sindicatos», añadió Gómez.
La CGT colombiana, indicó, rechazaría con mucho gusto las medidas de seguridad si a «cambio de eso nos garantizan la vida de los sindicatos».
De hecho, recordó, el 12 de junio de 2003, por ejemplo, 8.000 trabajadores de las telecomunicaciones (telecom) se quedaron sin empleo, al ser militarizadas las instalaciones, acabando también con la organización sindical de los trabajadores.
Es por ello, que «uno dice que aquí hay un acto de hipocresía, ya que para que se nos protege la vida, si no hay garantías de que las organizaciones sindicales no sobrevivan».
Fuente: http://www.el-nacional.com/www/site/detalle_noticia.php ?q=nodo/26992