Artículo publicado en Rojo y Negro nº 382 de octubre

Dentro del sindicalismo combativo propio de CGT, basado en la movilización y la confrontación con los empresarios, desde hace varios años se desarrollan en nuestra organización dos modelos sindicales diferentes, que podemos denominar “tradicional” y “renovador”. El debate público y respetuoso entre ambos modelos es algo necesario para la convivencia interna y para el desarrollo del sindicato.

1. Prioridad de la acción sindical
Para el modelo sindical tradicional, la actividad debe centrarse en las personas trabajadoras estables, porque ahí el sindicato puede crecer más rápido y lograr mejoras. Aunque las mejoras se concentren en los sectores con más estabilidad laboral, se considera que sirven como ejemplo para los sectores precarios y que los animan a organizarse y a luchar.
El modelo renovador entiende que los colectivos más precarios (temporales, subcontratas, contratos a tiempo parcial…) no luchan por imitación, sino cuando tienen un espacio seguro en el que poder organizarse. Para construir ese espacio seguro las delegadas de las empresas con más estabilidad y derechos tienen que hacer un esfuerzo y dedicar parte de su actividad a los sectores precarios.

2. Estrategia sindical
El modelo sindical tradicional se basa en movilizaciones de la CGT sola con el objetivo principal de lograr visibilidad mediática. Que las siglas salgan en la tele. Se considera que así aumenta el prestigio de la organización ante la clase trabajadora y aumenta la fuerza para negociar mejoras en las empresas y sectores.
Para el modelo sindical renovador, el objetivo de las manifestaciones es lograr mejoras concretas. Para ello suele ser necesario confluir con otras organizaciones. A veces también se realizan manifestaciones para expresar una posición, asumiendo que a corto plazo quizá no haya avances, por ejemplo, en manifestaciones contra la represión policial.

3. Feminismo
Para el modelo sindical tradicional el feminismo es un elemento secundario, que puede asumirse o no, en función de las prioridades del momento, pero siempre por detrás de la identidad anarcosindicalista y siempre que no modifique el reparto de poder interno en el sindicato. No hay lugar para grupos de mujeres feministas dentro del sindicato. La CGT lleva sus propuestas al movimiento feminista para intentar que salgan adelante.
Para el modelo sindical renovador, la CGT es un sindicato feminista, que debe trabajar para incorporar el feminismo en todos los ámbitos de su acción sindical y social y de su funcionamiento interno. Las mujeres de CGT tienen derecho a organizarse en sus propios grupos feministas y participan en el movimiento feminista y llevan al sindicato las propuestas del movimiento.

4. Debate interno
Para el modelo sindical tradicional, el debate ideológico o estratégico no suele traer nada bueno, porque se considera que debilita la estructura del sindicato y provoca divisiones. Las posiciones se definen desde arriba y una vez que se ha pronunciado el órgano superior o las personas con mayor liderazgo, el debate se acaba. La participación interna debe ser limitada con distintas estrategias como el clientelismo, la personalización de las diferencias y la presión a las personas discrepantes.
Para el modelo sindical renovador, el debate estratégico e ideológico es parte esencial del sindicalismo combativo y del anarcosindicalismo, entendiendo que para que exista debate tiene que haber posiciones diferentes y garantías de no sufrir represalias para quien exprese una posición diferente.

5. Actitud ante las nuevas realidades laborales
A la hora de organizar a los nuevos sectores laborales, como el personal de informática o de investigación, que no encajan a la primera en la estructura orgánica, el modelo tradicional prioriza que los nuevos sectores no modifiquen el reparto de poder interno, aunque esto dificulte la acción sindical.
El modelo sindical renovador defiende la interpretación flexible de los estatutos, para encontrar la mejor organización para la acción sindical, ya sea en coordinadoras o con otras formas.

6. Relaciones con otras Organizaciones
Desde el modelo tradicional, CGT debe hacer valer su mayor tamaño a la hora de relacionarse con otras organizaciones sindicales y sociales para lograr una mayor visibilidad y para que quede claro que el liderazgo es de CGT.
Desde el modelo renovador, se buscan unas relaciones de igual a igual con el resto de las organizaciones sindicales y sociales, buscando que las alianzas sean positivas para todas las organizaciones y que no solo refuercen a la CGT sino a todas las organizaciones que participan.
¿Hacia dónde queremos ir?
Tanto el modelo tradicional como el renovador son legítimos y están presentes en la CGT en todos los niveles y con distintos grados de matices en cada ámbito. No se trata pues de un debate entre la “CGT pura” en lucha contra las desviaciones reformistas o contra “agentes externos” infiltrados en el sindicato.
Se trata de analizar y debatir por qué modelo apostamos, dentro de las distintas opciones legítimas que conviven en CGT, y sabiendo que es posible combinar elementos de ambos modelos e ir cambiando según las circunstancias. El modelo tradicional nos puede proporcionar visibilidad mediática en momentos concretos, pero nos aísla del resto de organizaciones sociales de izquierda, nos aleja del resto de sindicatos combativos y nos lleva a un sindicalismo muy parecido al que ya realizan las centrales mayoritarias de ámbito español, en el que el sindicato es cada vez más un fin en sí mismo y cada vez menos un medio para la transformación social.
El modelo renovador es más complicado de desarrollar, pero nos permite intervenir más y mejor en los sectores precarios, que son quienes más necesitan del anarcosindicalismo, nos permite aprender más del feminismo, que tiene mucho que enseñarnos a los sindicatos en general y a la CGT en particular, y nos permite confluir con otras organizaciones sociales y sindicales combativas, un aspecto esencial si queremos contribuir a cambios sociales profundos.

Gonzalo Wilhelmi
Coordinador de Libre Pensamiento


Fuente: Rojo y Negro