Aproximadamente una veintena de simpatizantes y delegados de la CGT se concentraron ayer ante la Subdelegación de Pontevedra para mostrar su rechazo a la Directiva relativa a los servicios en el mercado interior o Directiva Bolkestein, que ayer comenzó a debatirse en el Parlamento Europeo.
La central señaló que se trata de una propuesta que « pretende que todos los servicios suministrados en la UE, incluso los que responden a necesidades básicas -educación, sanidad, hábitat, comunicación…-, sean considerados como productos económicos ordinarios, sujetos a las mismas formas de competencia económica y organización que las mercancías ».
La CGT sostiene que su aplicación supondrá « el expolio del patrimonio público para favorecer bolsillos privados ». Además del « desmantelamiento de los derechos sociales y laborales, tan fatigosamente conquistados por los trabajadores ».
Critican que, en la práctica, « sólo quien pague podrá comprar ». De este modo, advierten de que « si hoy aún pueden coincidir en la misma lista de espera y para el mismo quirófano el pudiente y el desempleado, tras aprobarse la Directiva Bolkestein, cada cual irá al quirófano que pueda pagar ».
La conclusión a la que llega la Confederación General del Trabajo es que « se trata (…) de garantizar jurídicamente el completo sometimiento de los servicios públicos y las necesidades humanas básicas a las reglas del mercado ». Inciden, asimismo, en que « con la aplicación del principio del país de origen », la Directiva « busca la total desregularización de las condiciones laborales y fomenta la masiva deslocalización de empresas de servicios ».
Fuente: La Voz de Galicia