A lo largo de toda Europa, los/as ferroviarios/as y los/as usuarios/as del ferrocarril nos enfrentamos a las mismas políticas llevadas a cabo por gobiernos y empresarios. Desde hace años se afanan en la destrucción del servicio público ferroviario, para satisfacer la voracidad financiera de las empresas privadas.


El
primer ataque ha ido dirigido contra el transporte ferroviario de mercancías.
En toda Europa, las empresas de transporte ferroviario privado se han apropiado
este tráfico, en detrimento de los operadores ferroviarios públicos. ¿Cuál es
el balance? Decenas de miles de ferroviarios/as han quedado fuera de los
Convenios Colectivos ferroviarios, con peores condiciones laborales. Los
accionistas se enriquecen así a costa de los/as ferroviarios/as. Y
contrariamente a lo que anunciaban todos los liberales europeos, esto no ha
permitido desarrollar el tráfico; al contrario, el tráfico ferroviario de
mercancías no cesa de bajar, porque hay una decisión política de favorecer a
las patronales del sector de carretera, donde las condiciones sociales de
los/as trabajadores/as son aún peores.

¡El desarrollo del tráfico ferroviario de
mercancías es una necesidad social y ecológica. Es un servicio público que
tiene que ser garantizado por empresas públicas!

La privatización del tráfico mercancías es
perjudicial para los/as ferroviarios/as y para el conjunto de la sociedad. Aún
así, los gobiernos y las patronales están organizando la privatización del
transporte de viajeros. En lugar de cooperar entre ellas, las empresas públicas
de cada país se encargan de organizar la privatización en los estados vecinos!
Cuando se reúnen es para crear nuevas empresas, cuyo objetivo es reemplazar a
las empresas públicas, dejando fuera de sus convenios a los/as ferroviarios/as.

¡Es necesario acabar con el Monopoly ferroviario
al que está jugando la patronal de los ferrocarriles europeos! Los/as
ciudadanos/as de todos nuestros países tienen necesidad de trenes seguros,
puntuales, con personal propio tanto a bordo como en las estaciones. Es un
servicio público que tiene que ser asegurado por empresas públicas.

Tanto en España como en Francia se está tratando
también la transferencia del transporte regional de viajeros a los organismos
regionales. Se trata de nuevo de proyectos que no tienen ninguna utilidad para
los/as usuarios/as, y que servirán sobre todo para atacar los derechos sociales
de los/as ferroviarios/as; las empresas privadas que gestionen estos mercados
se aprovecharán del personal cuya formación habrá sido financiada por las
empresas públicas y les aplicará condiciones laborales que ya no serán las de
las empresas públicas.

El transporte ferroviario en las regiones
también es un servicio público que tiene que ser garantizado por empresas
públicas.

Para funcionar eficazmente, el sistema
ferroviario tiene que estar integrado. La gestión de la infraestructura no
puede hacerse independientemente de su explotación;
es necesario acabar con
la ruptura de las empresas porque es una fuente permanente de disfunciones, un
derroche financiero y un peligro para la seguridad de las circulaciones, de
los/as ferroviarios/ y de los/as usuarios/as.

La gestión de las infraestructuras ferroviarias
tiene que hacerse en función de las necesidades colectivas, no sobre la base de
la rentabilidad financiera y del provecho de los grupos privados. Es necesario
terminar con la hipocresía de la “participación pública-privada”, que consiste
sencillamente en financiar con dinero público beneficios privados. La gestión
de las infraestructuras ferroviarias es un servicio público que tiene que ser
garantizado por empresas públicas.

Servicio público ferroviario es también la
restauración de los trenes o la limpieza de trenes y estaciones.
No hay ninguna razón
para que los/as trabajadores/as estos sectores no dispongan de los mismos
derechos sociales que el conjunto de los/as ferroviarios/as.

Reivindicamos los mismos derechos para todos
lo/as trabajadores/as del ferrocarril, basados en el Convenio Colectivo de las
empresas públicas.

El transporte
ferroviario es útil a la sociedad. Tiene que ser garantizado por empresas
públicas porque los intereses empresariales privados no tienen como objetivo
servir a la colectividad sino enriquecer a sus accionistas.

Como ocurre en los demás servicios públicos, la
privatización del sector ferroviario significa trenes más caros, el cierre de
líneas “no rentables”, la concentración solo sobre los mercados más
apetecibles, el abandono de los tráficos regionales y de las líneas
transversales de cada país en provecho de las grandes conexiones europeas de
alta velocidad, y la degradación de la seguridad ferroviaria.

El Sindicato Federal
Ferroviario de la CGT
(estado español) y la Federación de Sindicatos SUD RAIL (Francia) reafirmamos
nuestra voluntad de trabajar juntos en la defensa de un servicio público
ferroviario
que responda a las necesidades sociales, ejercido por empresas
públicas con personal propio
. Nuestras organizaciones sindicales han decidido
relanzar el trabajo sindical internacional con los sindicatos europeos de
trabajadores del ferrocarril que persiguen los mismos objetivos
.

CGT España – Sud Raill Francia

24 de agosto de 2011


Fuente: SFF CGT