Los empleados de la empresa de transportes Damas S.A. adscritos al centro de Sevilla decidieron hoy ampliar su convocatoria de huelga indefinida, que mantienen desde el pasado 23 de mayo, hasta al menos el 1 de agosto, a expensas de que la dirección de la firma de autobuses "reconsidere su postura" y cumpla la normativa de seguridad".

Los empleados de la empresa de transportes Damas S.A. adscritos al centro de Sevilla decidieron hoy ampliar su convocatoria de huelga indefinida, que mantienen desde el pasado 23 de mayo, hasta al menos el 1 de agosto, a expensas de que la dirección de la firma de autobuses «reconsidere su postura» y cumpla la normativa de seguridad».

En declaraciones a Europa Press, Miguel Caballero, miembro del sindicato CGT que, según apuntó, fue «despedido indiscriminadamente» junto con seis compañeros por la empresa tras secundar un paro el pasado mes de abril, destacó que «aparte de nuestra situación, que está en los tribunales, la dirección tiene que retomar nuestras peticiones, porque lo que no puede ser es que deje vidas humanas en personas que realizan jornadas de 14 ó 15 horas».

En este sentido, relató que el centro sevillano de Damas « unos 40 aproximadamente » está siguiendo la huelga «al cien por cien desde hace 51 días», hecho que, a su parecer, «demuestra que no estamos haciendo una huelga de solidaridad por los siete conductores despedidos, sino en toda regla, ya que se están incumpliendo medidas de seguridad básicas».

No obstante, insistió en que «la dirección de la empresa es totalitaria, aunque debe tomar otras medidas para llevar a buen puerto esta situación». En su opinión, «lo único que hace es sancionar y que cumpla el ejemplo, pero esto no puede seguir así».

JUICIOS VISTOS PARA SENTENCIA

Por otra parte, Caballero puso de manifiesto que han quedado vistos para sentencia los dos juicios —el viernes se celebró el primero y en la mañana de hoy el segundo— de los siete conductores de Damas que «fueron despedidos» por la firma de autobuses el pasado mes de abril. Indicó que sus sensaciones al respecto «son positivas», ya que, a su parecer, «el juez se ha dado cuenta de que los hechos acaecidos no son para quitarse del medio a siete empleados».

El miembro sindical agregó «en el juicio se ha palpado que la empresa ha tomado una medida antisindical» y que «lo que pretende es que esto se apague y aburrir a la gente», cuando «se podría haber negociado sin haber llegado a los tribunales».

Con todo, prefirió ser cauto ante la posibilidad de que la justicia les dé la razón proclamando el despido «improcedente o nulo», aunque reconoció estar «muy tranquilo», insistiendo en que tiene «vibraciones positivas».