Colectivos sociales compuestos por vecinos y artesanos entraban el sábado 26 en la fábrica de sombreros de Sevilla situada en la calle Heliotropo, en la zona de San Luis, para reclamar el uso social y cultural de este edificio "abandonado desde hace casi una década".

Colectivos sociales compuestos por vecinos y artesanos entraban el sábado 26 en la fábrica de sombreros de Sevilla situada en la calle Heliotropo, en la zona de San Luis, para reclamar el uso social y cultural de este edificio «abandonado desde hace casi una década».

Según indicaron en un comunicado remitido a Europa Press, se trata de una acción enmarcada dentro de la ’Semana de Lucha Social’ convocada por sindicatos y organizaciones políticas y sociales, que comenzó el 25 de abril y que culminará con una manifestación el Primero de Mayo.

Del mismo modo, el colectivo indicó que «ante la escasez de espacios sociales y culturales en la ciudad», exigen la revitalización del edificio que, «como tantos otros, contribuye al deterioro del entorno urbano y la exclusión de las poblaciones y usos tradicionales».

Por otro lado, matizaron que «mientras el Ayuntamiento promete espacios de uso público en cada solar, cientos de inmuebles continúan degradándose en espera de proyectos que nunca llegan o son privatizados para satisfacer la vorágine especulativa».

Este inmueble está proyectado por el PGOU de Sevilla como equipamiento socio-cultural y espacio para talleres de artesanos en su primer cuatrienio de aplicación. Entre la aprobación inicial y final del documento, la administración «ha recortado casi la totalidad del espacio dedicado a actividades artesanales, mostrando escaso interés en el mantenimiento de esta actividad tradicional y en la protección de cultura sevillana en general».

«A día de hoy se sigue sin intervenir el edificio o iniciar las acciones necesarias para llevar a cabo su expropiación, mientras que los artesanos del casco antiguo continúan siendo desalojados por la presión especulativa e inmobiliaria y se sigue padeciendo la falta de espacios para los jóvenes», añade la nota.

El edificio permanece «en el más absoluto abandono mientras el Ayuntamiento despilfarra sus recursos en proyectos faraónicos, con su máxima expresión en los Parasoles de la Plaza de la Encarnación». La presión de la especulación inmobiliaria «sigue acosando los corrales de artesanos característicos de la ciudad, como el corral de la calle Castellar, los talleres del Pasaje Mallol u otros lugares típicos que están siendo desalojados».

Por último, el colectivo lamentó que «el interés privado prevalece a toda costa sobre el valor de la cultura tradicional», ya que «en lugar de defender el patrimonio cultural común, se prima el beneficio económico de los de siempre».


Fuente: Europa Press