Se absuelve al cuidador acusado de pegar, tapar la nariz e inmovilizar a un discapacitado para forzar su alimentación, a pesar de quedar comprobados los hechos en el juicio.

Se absuelve al cuidador acusado de pegar, tapar la nariz e inmovilizar a un discapacitado para forzar su alimentación, a pesar de quedar comprobados los hechos en el juicio.

La juez del Juzgado nº 4 de Plasencia Dª Cristina García Velasco absuelve al cuidador que pegó, taponó la nariz e inmovilizó a un discapacitado en la Asociación Placeat de Plasencia, por considerar que estas actuaciones se encuadran en el contexto del derecho de corrección que ampara a los cuidadores frente a esta clase de enfermos.

Por otra parte, se justifican los manotazos recibidos por el discapacitado, “debido a la enfermedad mental que padece (parálisis cerebral) que le impide analizar y respetar las ordenes que recibe y que se encuentra, en el momento de los hechos en estado de gran excitación y nerviosismo”, considerando que, en este contexto, la facultad correctiva se ha ejercido con moderación y de forma razonable.

Sorprendentemente, no se tiene en cuenta el testimonio de dos testigos presenciales, a los cuales ni siquiera se hace referencia en la sentencia, ni se admite el testimonio de otro mediante acta notarial, ni el testimonio del perito aportado por la acusación, ni los documentos técnicos.

Sin embargo, se le enseña el exterior de una carpeta al denunciante para ver si la reconocía y al intentar éste acercarse para verificar su contenido no se le permite, admitiendo la misma como prueba reconocida por el denunciante, sin tener la posibilidad de verificar lo que hay en ella.

La pregunta realizada por el abogado de la parte denunciante al médico que aportó la defensa (quien afirmó en el juicio que este tipo de actuaciones, no sólo son adecuadas sino además terapéuticas),referente a la consideración de abuso por parte de la Fundación Alzheimer, de las conductas encaminadas a forzar la alimentación, a la cual respondió que estaba de acuerdo, tampoco aparece reflejada ni en el acta ni en la sentencia.

En fin, un juicio lleno de incongruencias e irregularidades, cuya sentencia será recurrida.

Resulta triste ver cómo la justicia deja las puertas abiertas a todo tipo de abusos a las personas con discapacidad, a partir de esta sentencia.


Par : SOV CGT PLASENCIA Y COMARCA