El sindicato CGT desconvocó esta tarde la huelga de autobuses de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) prevista para mañana por el despido de un conductor que posteriormente se suicidó. CGT tomó la decisión tras conocerse que la empresa admitió hoy la improcedencia del despido y que indemnizará a la familia del conductor con más de 50.000 euros.
BARCELONA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) –
En un comunicado, el sindicato critica a TMB por no querer que «nadie se entere» de su «equivocación». Además, aseguró que gracias a la movilización de la plantilla, la empresa ha reconocido su error y que «en el futuro no osará repetir estos abusos». Sin embargo, advirtió que no se «conforma» y pidió que se modifique el régimen disciplinario y espera ver quién asume la responsabilidad por el despido de Pablo Díez.
TMB admitió hoy la improcedencia del despido de Díez y pactó con la familia una indemnización de 52.300 euros, tal y como establece la ley en estos casos, según informaron a Europa Press fuentes del Colectivo Ronda, bufete de abogados que representa a la familia de Díez.
Las dos partes alcanzaron el acuerdo en la víspera de la celebración del juicio, que finalmente no se celebrará y a la que estaba previsto que acudiera el primer teniente de alcalde de Barcelona y presidente de TMB, Xavier Casas.
La dirección de TMB, por su parte, hizo público un comunicado en el que informa sobre el «acuerdo» alcanzado con la parte demandante a partir de cual la compañía entregará una «ayuda económica» a los familiares del conductor fallecido, destinada fundamentalmente a la «formación profesional» de los hijos de Díez. Sin embargo, no puntualizaron el montante de la indemnización ni que hayan reconocido la improcedencia del despido.
Además, la empresa rechaza en el escrito cualquier «culpabilidad o responsabilidad sobre los hechos acontecidos posteriormente a la notificación del procedimiento sancionador», en referencia al suicidio del conductor el mismo día en que recibió la carta de despido.
Pablo Díez fue despedido el pasado mes de marzo, acusado de apropiarse de 1,10 euros —el precio de un billete— y tras 15 años trabajando en TMB.
