El conflicto actual en Correos de Segovia está poniendo al descubierto muchas, demasiadas cuestiones, relativas tanto al mundo laboral como a la propia condición humana. Cuestiones que en la mayor parte de los protagonistas está revelando lo peor de una y otra condición; porque este asunto además de ser un tema laboral por encima de todo es un caso humano en el que deberían haber primado principios humanos por encima de los derechos laborales. Ni más ni menos.

Que el cartero está enfermo de Alzheimer nadie lo cuestiona ya. Los compañeros y
compañeras que pudieran albergar dudas ya las tienen resueltas. Quienes puedan
no creerlo sólo tienen que documentarse en las fuentes independientes por si creen
que todo este proceso forma parte de no se sabe qué montaje o estratagema. Y
fuentes fidedignas hay muchas y variadas; profesionales y especialistas médicos,
Servicios Sociales, Asociación del Alzheimer de Segovia,. . . hasta el propio EVI de
la Seguridad Social que ha estado racaneando su concepto de incapacidad.

Que el cartero está enfermo de Alzheimer nadie lo cuestiona ya. Los compañeros y
compañeras que pudieran albergar dudas ya las tienen resueltas. Quienes puedan
no creerlo sólo tienen que documentarse en las fuentes independientes por si creen
que todo este proceso forma parte de no se sabe qué montaje o estratagema. Y
fuentes fidedignas hay muchas y variadas; profesionales y especialistas médicos,
Servicios Sociales, Asociación del Alzheimer de Segovia,. . . hasta el propio EVI de
la Seguridad Social que ha estado racaneando su concepto de incapacidad.
Después de repetir las mismas pruebas con otro especialista; han reconocido que no
está en condiciones de seguir trabajando y han instado a Correos para que inicie el
trámite de jubilación.

Con estos antecedentes la cuestión ha topado con una mala, muy mala empresa:
Correos. Lejos de concebir el problema en su justa y real dimensión se ha dedicado,
y sigue haciéndolo, a interferir en el trabajo de profesionales ajenos au ámbito; caso
del médico de familia que le ha firmado bajas que la empresa ha despreciado, como
sustentándose en actuaciones de un tribunal médico propio que ha sido sancionado
por la Comunidad de Madrid por no tener el debido reconocimiento legal. Es decir,
una mala, muy mala, empresa que va de disparate en disparate; despreciando la
`profesionalidad de unos y los derechos de otros.

Todo lo anterior queda acreditado, con la actuación de unos malos, muy malos
directivos que encabezados por el Director Territorial de la Zona II, que es quien le
denegó la licencia por enfermedad y quien reiteradamente le ha rechazado todas las
bajas firmadas por su médico. Al parecer amparándose en unos médicos de andar
por casa, que según la Conserjería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, están
funcionando sin autorización administrativa y de manera irregular, por lo que
recientemente han sido multados. Es de esperar al menos, que alguien tendrá que
pagar por el daño que han causado a la salud e integridad del compañero.

Que Correos no entiende de derechos laborales es más que manifiesto pero que
desprecie los derechos humanos supone un salto cualitativo muy peligroso en su
estrategia laboral de la que deberá responder.

Entre tanto resulta obligado citar a los sindicatos CC.OO, CSIF y UGT (a excepción
de algún delegado y de muchos de sus afiliados que sí han apoyado) que no sólo
no han apoyado las movilizaciones sino que han sembrado de dudas e infundios
todo lo acontecido en torno al cartero enfermo.

Dudando de su enfermedad sin haber tenido interés en conocer su alcance, han
cuestionado cualquier actuación en defensa del compañero, desechando con esta
mezquina actitud cualquier intento de defensa de los derechos laborales y de apoyo
a una causa humana principalmente. Una actitud que les ha llevado a ignorar
miserablemente el problema de un compañero y casi hasta negar una realidad más
que evidente. Y cuando ya todo era evidente, tanto que hasta los medios de
comunicación, foráneos principalmente, se han hecho eco de semejante barbaridad
habrán pensado, que no actuado, que mejor mantener el silencio y la cabeza
agachada porque con tanta desvergüenza propia, con tanta mezquindad no hay
quien pueda. Ni siquiera ellos, CC.OO, CSIFy UGT esos sindicatos que se arrogan
la petulancia de decir que defienden a los trabajadores, incluso disfrutando de 7
liberados en la empresa Correos Segovia, su empresa.

Hay que explicar que como este cartero no está afiliado a ninguno de estos tres
sindicatos sino a CGT el problema no va con ellos. La cuestión es que con ellos no
va ningún problema relacionado con los trabajadores y trabajadoras; sólo los
problemas que les pueda plantear la empresa con sus cosas, horas liberados,
cursillos etc . Esa es la penosa y mezquina realidad.

Segovia, 30 de marzo de 2011

EL SECRETARIO GENERAL DE CGT DE SEGOVIA

Fdo.: Julio César SANZ POLO


Fuente: CGT Segovia