La señora Aguirre, la Esperanza que nunca se pierde, una vez auto-exonerada de la responsabilidad que la ciudadanía de la comunidad madrileña le entregó –mantener y mejorar, entre otras, la sanidad pública-, se dedica en cuerpo y alma a espiar y a desprestigiar a quienes la defienden.

La señora Aguirre, la Esperanza que nunca se pierde, una vez auto-exonerada de la responsabilidad que la ciudadanía de la comunidad madrileña le entregó –mantener y mejorar, entre otras, la sanidad pública-, se dedica en cuerpo y alma a espiar y a desprestigiar a quienes la defienden.

Ser sindicalista resulta para los militantes de la C.G.T., un orgullo, ser trabajador de la sanidad, un privilegio, ser usuario de la sanidad pública en la comunidad madrileña, un peligro.

En esta triple vertiente y condición se encuentran nuestros compañeros y compañeras de Madrid, y desde la misma se aferran con todas sus armas y fuerzas a lo poquito de público que le queda a su sanidad.

Si Dña. Espe, azote de lo público e imitadora de las políticas neo-liberales más perniciosas, considera que con acusaciones respecto de la condición de sindicalistas y liberados de la C.G.T., va a poner en contra de estos a la opinión pública, se equivoca por partida doble. La C.G.T. en la sanidad pública, no solo ha implantado una nueva forma de hacer sindicalismo, plantando cara a cualquier intento privatizador, su ejemplo ha cuajado y se ha extendido dentro del espectro sindical sanitario.

¡Sí !, Dña. Espe. Sindicalistas de la C.G.T., liberados y no, trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública madrileña, son los que se manifiestan en contra de la privatización de la sanidad pública ; los que animan y arengan, previa información de lo que se les viene encima, a los trabajadores y usuarios para que defiendan lo que es suyo y Ud., les va a arrebatar, primero, para vendérselo después, una vez exprimido el negocio por sus amigos los especuladores de la sanidad, los que no tienen ningún rubor en manifestarlo, por que no le deben nada, por que no aceptan prebendas y, por que no se dejan ni sobornas, ni amedrentar con bravatas y amenazas.

Una sanidad pública, universal y de calidad, sólo es posible con el concurso y la participación de la C.G.T. De la C.G.T. somos, y en cada entrada y vestíbulo de cada hospital que Ud. piense privatizar nos encontraremos.


Fuente: Sección Sindical Sanidad CGT Valladolid