Se acaba de cumplir un año de funcionamiento del nuevo programa informático de gestión de emergencias implantado en 112 Andalucía y en este período han sido continuos los problemas generados por el mismo a pesar de su elevado coste, superior a los 9 millones de euros, circunstancia reiteradamente denunciada por CGT. Ni la contratación de un ancho de banda más costoso salva la lentitud del sistema.
Ese famoso programa Idispatcher, de origen americano, por su innecesaria complejidad, no sólo está ocasionando problemas de atención al usuario, sino que además está afectando directamente a la salud de los trabajadores (física y mental) y generando innumerables fallos técnicos que impiden la gestión correcta de las emergencias.
Ese famoso programa Idispatcher, de origen americano, por su innecesaria complejidad, no sólo está ocasionando problemas de atención al usuario, sino que además está afectando directamente a la salud de los trabajadores (física y mental) y generando innumerables fallos técnicos que impiden la gestión correcta de las emergencias.
Tras la implantación a finales de noviembre de 2014 de la nueva aplicación informática en 112 Andalucía, este Sindicato constata que se ha convertido en habitual tener que trabajar con los continuos fallos que la misma provoca a pesar de haberse tenido que contratar un ancho de banda más costoso del que debería haber sido necesario para poder salvar en cierta medida la lentitud del sistema.
CGT considera que la inversión realizada en este programa informático ha sido un autentico despilfarro del dinero del contribuyente por la Junta de Andalucía, pues la complejidad a la hora de trabajar con el mismo genera que los trabajadores/as tengan que dedicar más tiempo que antes en todos los procesos, tanto para cumplimentar los datos de la emergencia y gestionarla, como para hacerle seguimiento y, finalmente, cerrarla.
Además, las caídas e inestabilidad del sistema es norma habitual y la aparición de nuevos fallos es constante, pues durante este año, ha sido continúa la instalación de lo que llaman «parches informáticos» para tratar de ir solucionando los problemas de eficacia y funcionamiento que la aplicación va generando, sin conseguirlo.
CGT denuncia que esta aplicación, además, perjudica claramente la salud de los trabajadores, pues la letra es más pequeña de la legalmente recomendada y, al ser menos intuitiva y mucho más compleja de cumplimentar, provoca agotamiento visual, físico y mental de los gestores durante el turno de trabajo y así lo ha evaluado la Mutua de Accidentes de Trabajo, recomendando se haga más fácil su uso. Si a esta circunstancia añadimos los recortes de personal en los turnos por parte de la empresa Ilunion Emergencias (grupo ONCE), empresa adjudicataria de la gestión del servicio, tenemos como consecuencia el retraso en la gestión de las emergencias tanto de forma individual, como general, en los momentos de cierta acumulación de emergencias, pues las salas de emergencias se saturan antes por ambas causas.
Las quejas de los operativos integrados en este sistema (policías locales y nacionales, guardia civil,…) son habituales tanto por la complejidad, como por los fallos técnicos, mientras la Junta de Andalucía ya no publicita los tiempos de gestión porque lógicamente han aumentado, intentando ocultar el descalabro provocado con esa inversión millonaria de más de 9 millones de euros que no es ágil para la gestión de Emergencias.
En esta situación de recortes de personal en los turnos y, por contra, el despilfarro millonario en un programa informático que no funciona bien ni agiliza la gestión, para salvar la cara, la empresa comisionista Ilunion y la Junta presionan al personal gestor de emergencias en las salas de coordinación para intentar alcanzar los tiempos que se conseguían antes de la implantación de este nuevo programa, provocando situaciones de acoso constante y poniendo en riesgo la salud de las plantillas, para a costa de los trabajadores/as intentar disimular el fracaso latente que ha supuesto realizar esa inversión millonaria en un sistema informático que no es útil.
Si a todo esto añadimos, la política constante de represión y terror hacia las plantillas implantada por Ilunion Emergencias y de recortar derechos básicos a costa del miedo y la necesidad de sus trabajadores llevándolos a situaciones pseudoesclavistas, se puede explicar el aumento del absentismo laboral generalizado, pues se trabaja al límite y normalmente se sale de los turnos con mareos, dolores de cabeza, pérdida temporal de agudeza visual y embotamiento.
Se hace preciso resaltar la situación de huelga indefinida que se vive en el 112 de Cádiz desde el pasado verano, que Ilunion y la Junta de Andalucía boicotean, por un lado mediante expedientes disciplinarios y amenazas, a los que los tribunales de justicia van poniendo coto con sentencias como la recibida la pasada semana, por la que además de retirar la sanción a una compañera se condena a la empresa por Vulneración del Derecho Fundamental de Huelga y a indemnizarla con 625€ , circunstancia que inhabilitaría a Ilunion para seguir siendo contrata de la Junta de Andalucía y por el otro lado al establecerse unos servicios mínimos del 100% por la Junta, que atentan contra el derecho fundamental a la huelga, tal y como ha manifestado la sala de lo Contencioso Administrativo del TSJA en Sevilla por sentencia que se encuentra recurrida por la propia Administración.
Por todas estas razones, CGT demanda la dimisión o cese de los responsables de la contratación de este nuevo programa informático, la gestión directa del servicio eliminando las contratas interpuestas en la gestión de emergencias y el restablecimiento de unas condiciones laborales dignas para los/as gestores de emergencias en todos los centros de Andalucía.
Se amplía información, Miguel Montenegro, Sec. General CGT-Andalucía.
FATYC de CGT-A
Fuente: FATYC de CGT-A