Que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue un desastre al plegarse al mandato de los mercados, iniciando una de las contrarreformas laborales y sociales más reaccionarias que ha conocido España desde la guerra, ya es algo supersabido. Por eso perdió las elecciones por goleada y más de un millón de sus antiguos votantes se pasaron al Partido Popular, creyendo que castigando a los chicos de Ferraz iban a cambiar las cosas. De Málaga a malagón.

Cuando los damnificados del PSOE entregaron el testigo a las huestes de Mariano Rajoy, lo que hacían en realidad era legitimar las tropelías que pusiera en marcha el PSOE y encima dar una especie de cheque en blanco, bajo el formato de mayoría absoluta, para que la derecha profundizara las nefastas políticas de ajustes y recortes impuestas por Bruselas.En resumidas cuentas: más paro, más precariedad, robo de los recursos públicos para salvar a la banca privada, golpe de mano a la Constitución para colar en la carta magna la doctrina económica neoliberal y la ley del embudo como norma de ob

Cuando los damnificados del PSOE entregaron el testigo a las huestes de Mariano Rajoy, lo que hacían en realidad era legitimar las tropelías que pusiera en marcha el PSOE y encima dar una especie de cheque en blanco, bajo el formato de mayoría absoluta, para que la derecha profundizara las nefastas políticas de ajustes y recortes impuestas por Bruselas.En resumidas cuentas: más paro, más precariedad, robo de los recursos públicos para salvar a la banca privada, golpe de mano a la Constitución para colar en la carta magna la doctrina económica neoliberal y la ley del embudo como norma de obligado cumplimiento.

De ahí que a día de hoy tanto el PSOE como el PP sean unos auténticos apestados para la mayoría de la sociedad, que sólo encuentra sentido a sus males en la protesta ciudadana y la lucha democrática emprendida por las fuerzas que están al margen del sistema.No hay más que ver la abismal desconfianza que socialistas y conservadores cosechan en todas las encuestas. Mucha gente piensa en ellos como en unos verdugos de cuello blanco.

Por eso, ojo a lo que viene. A ese engendro de gobierno de salvación nacional que acaba de promocionar El País, siguiendo los pasos de lo que ya ocurriera en Italia y Grecia para desbancar a Berlusconi y Papandreu al margen del resultado de las urnas. «Un nuevo gobierno técnico, con el apoyo de todos los partidos mayoritarios y de nuestros expresidentes, compuesto por políticos competentes y técnicos intachables con amplios conocimientos de su cartera»(, dicen sus progres muñidores (No volver a la España de los 50, El País, 1 de junio de 2012). Ojo, pues, sólo faltaría que después de expulsar por la puerta a los malhechores, entraran por la ventana disfrazados de caperucita roja.

Atención, pueblo trabajador, ciudadanos activos, demócratas comprometidos: la dictablanda está servida. La primera fase ha sido anular a Izquierda Unida, engatusándola para que entrara en un gobierno de coalición con el PSOE en Andalucía y captando su voluntad política para otra “pinza de progreso” en Asturias. No permitas que consuman su fechoría. Ya fletaron otra Arca de Noé durante la famosa transición para ponerse a salvo del posible diluvio a nuestra costa, y aún estamos pagando las consecuencias. Entonces, la embestida se disfrazó de una amnistía política que en realidad fue un auto-amnistía para los mismos franquistas, y ahora aprueban una nueva amnistía de parte, de tipo fiscal, para vadear otra transición contra el pueblo con dinero del hampa internacional.

No nos representan.

Rafael Cid


Fuente: Rafael Cid