Salvemos Mojácar ha denunciado que el Plan de Ordenación del Territorio del Levante Almeriense permitirá construcciones en suelo protegido, no pone límite alguno al crecimiento en la comarca, prevé una ciudad de más de 5000 hectáreas y 400.000 habitantes en la cuenca del Bajo Almanzora, prevé otro núcleo en suelo protegido de un hábitat prioritario junto al Algarrobito e ignora el déficit extremo de la red de saneamiento. Ante esta situación, la plataforma ha presentado 22 alegaciones generales al Plan, que consideran una aberración oculta tras bellas palabras. Salvemos Mojácar ha anunciado asimismo que emprenderá un recurso contencioso-administrativo contra este si permite la construcción en suelo protegido en Carboneras y otros puntos de la comarca.
Éste es el resumen de las 22 alegaciones de carácter general que Salvemos Mojácar ha presentado contra el POTLA, cuyo plazo de exposición pública se cierra el próxima sábado.
1º El plan contempla la creación de varias zonas, con el engañosos nombre de reservas, una de ellas de enorme extensión, para el desarrollo turístico y la construcción de hoteles y viviendas. La mayor de dichas reservas, ubicada entre siete municipios de la cuenca del bajo Almanzora es de extensión aproximada de 5.000 has, con diez kilometros de longitud y cinco de anchura, y podría llegar a albergar en torno a 100.000 viviendas según los cálculos de densidad de construcción habituales en el suelo urbanizable de la zona, o su equivalente en plazas hoteleras. Esto significaría un incremento de población de cerca de 400.000 habitantes a corto plazo. El Levante Almeriense ha sido ya objeto de un desarrollo urbanístico y turístico importante y desastroso, que ha sumido a la población en el caos de infraestructuras básicas (vertidos fecales, atascos, etc.), no es por ello razonable promover crecimientos desmesurados de esta índole, siendo necesaria un reducción drástica de al menos un 95% de la superficie propuesta.
2º Además el plan no prohíbe o restringe otros crecimientos en la comarca. Si se presenta el plan urbanístico intermunicipal de la reserva del Llano como alternativa a la masificación del litoral deben ponerse en macha instrumentos mucho más rigurosos que limiten o impidan la construcción en otros lugares asumiendo como mínimo y endureciendo las medidas ya marcadas por el POTA en relación con los límites permitidos de crecimiento en cada municipio, para lo que proponemos un máximo de 10% del suelo urbano actual para cada década y ningún crecimiento en los municipios que hallan tenido un crecimiento igual o superior al 10% en la década precedente. En particular debe prohibirse las construcciones en el litoral, especialmente el de Mojácar, que está ya completamente saturado. Cuesta creer en este sentido que municipios como Cuevas, que pretendía recalificar suelo para 150.000 viviendas en su plan general, vaya a contentarse con nada, al quedar excluido de las zonas estratégicas de las “reservas”. En este sentido el Plan debe coordinar y definir las líneas de los PGOUs de cada municipio con límites estrictos y definidos municipio por municipio, PGOUs que están pendientes de aprobación en la mayoría de los casos, muchos de ellos con decenas de miles de viviendas propuestas en zonas fuera de las “reservas” mencionadas.
3º en la última línea de la página 55 del estudio de incidencias ambientales encontramos una puntualización escandalosa y de extremada gravedad, al afirmarse que se permitirán excepcionalmente construcciones hoteleras en suelo no urbanizable, algo que no puede permitirse bajo ningún concepto y que podría significar la legalización de edificaciones como el hotel del Algarrobico o el de Macenas, ilegales y ubicados ambos en suelo protegido.
4º si bien se prevé que no halla nuevas construcciones residenciales o industriales en la zona de influencia del litoral (que es de mínimo 500 metros) se da vía libre a la proliferación de hoteles en dicha zona de influencia. En la reserva de Carboneras se permitirán también usos residenciales dentro de la zona de influencia. Es necesario impedir cualquier tipo de construcción en la zona de influencia y en particular los hoteles, que por sus características de muralla arquitectónica tienen mayor impacto en el paisaje y el medio.
5º muy al contrario el Plan debería especificar la necesidad de paralizar aquellos planeamientos ubicados en suelo no urbanizable y que están actualmente en desarrollo o que no han comenzado todavía, como son los de Cortijo Grande en Turre, los de Mundo Aguilón en Pulpí, o los mencionados del Algarrobico y Playa Macenas. Sin embargo no se hace mención alguna a la necesidad de revisar estos proyectos que sin embargo aparecen claramente ubicados en zonas protegidas en los mapas, figurando como suelo urbanizable o urbano ; ni aun se hace comentario alguno sobre la construcciones ilegales que existen en la actualidad o que están siendo construidas, siendo este un tema candente en la región.
6º en este sentido todos los sectores de Azata en el paraje del Algarrobico quedan fuera de las zonas de protección territorial definidas en el informe ambiental, a pesar de formar parte del LIC y Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Lo mismo ocurre con la playa de Mojácar.
Fuente: Salvemos Mojácar
