Decenas de activistas de todo el estado nos hemos ido encontrando en un puerto indeterminado del este nuestro Mar Meditarráneo. En la otra orilla, todavía no visible, pero ya sintiéndolo muy cerca, nuestro destino: GAZA. Donde el millón y medio de persona que viven en esa enorme cárcel al aire libre en que han convertido a la Franja, aguardan el avistamiento de los barcos que llevamos la carga más ligera pero también más difícil de transportar: la esperanza.

El ilegal y terrible carcelero, Israel, siguen con sus amenzas a la
Flotilla. Las presiones a los diferentes países participantes para que
no salgan los barcos de los distitntos puertos, no hunde nuestra
determinación. El bloqueo del barco norteamericano en un puerto griego
por las autoridades locales, no hunde nuestra determinación. La
legitimación de Hillary Clinton de un posible ataque ilegal por parte de
las fuerzas israelíes a la pacífica flotilla, no hunde nuestra
determinación. Aunque hundan nuestro barco, no hundirán nuestra
determinación.

El ilegal y terrible carcelero, Israel, siguen con sus amenzas a la
Flotilla. Las presiones a los diferentes países participantes para que
no salgan los barcos de los distitntos puertos, no hunde nuestra
determinación. El bloqueo del barco norteamericano en un puerto griego
por las autoridades locales, no hunde nuestra determinación. La
legitimación de Hillary Clinton de un posible ataque ilegal por parte de
las fuerzas israelíes a la pacífica flotilla, no hunde nuestra
determinación. Aunque hundan nuestro barco, no hundirán nuestra
determinación.

Disfrazado de víctima, el verdugo ya no nos engaña, pero por si
quedara alguna duda, aquí estamos también para desenmascararlo:
desarmadas, con la dignidad y la convicción como banderas.

¡Ya estamos rompiendo el bloqueo!

Alicia