Texto de la rueda de prensa pre-1 de mayo en Pamplona, presentando los actos unitarios de los sindicatos CGT, CNT, ESK y Solidari, así como de los colectivos Hormiga Atómica, Dale Vuelta-Bira beste Aldera, MOC y Colectivo de Personas en paro.
CGT Nafarroa
Los mercados nos aprietan hasta la asfixia, la política no existe sino como transmisión de sus dictados.
Los mercados nos aprietan hasta la asfixia, la política no existe sino como transmisión de sus dictados. La situación actual nos pone en una especie de encrucijada en la que no aparecen vías intermedias: o cedemos y dejamos que conviertan nuestra sociedad en un emporio de la desigualdad y la injusticia con multitud de víctimas de las que todos estamos pasando a formar parte o nos rebelamos e intentamos cambiar de rumbo.
Todo lo demás, el carácter pasajero de la crisis, la recuperación de nuevas épocas de bonanza económica… son promesas que cada día se alejan y no tiene más papel que el del engaño y el de dejar que la situación siga agravándose hasta convertirse en irreversible.
La crisis financiera iniciada en 2007, provocada por la mera especulación, se saldó con el ingente y constante trasvase de dinero público a las entidades financieras, para situarlas en una situación de preeminencia y de poder. Hoy, las agencias de calificación, los mercados y los organismos financieros internacionales ejercen sus dictados arrasando las economías públicas e imponiendo recortes en cadena pero sin límite de todo lo que fueron derechos sociales y laborales. La bolsa (la deuda) o la vida se presenta hoy como una disyuntiva sin posibilidad de caminos intermedios ni vías de negociación.
La introducción en la constitución, por consenso de las principales fuerzas políticas, del límite del endeudamiento supone la derogación de cualquier otra cláusula constitucional. Los derechos al trabajo, a la vivienda, a la enseñanza, a la sanidad…, que nunca tuvieron vigencia plena, se reducen a nada frente a la preeminencia de esa prioridad de satisfacer la deuda. Simultáneamente la política, como gestión de lo público y de los intereses de la ciudadanía, ya tiempo atrás mortecina, se hace el harakiri consagrando su total sometimiento a los dictado de los intereses financieros. Sea con elecciones, como en España y hasta ahora, o con imposiciones directas, como en Grecia o Italia, los representantes políticos ejecutan fielmente los mandatos a favor de los intereses privados y en contra de lo público. El malestar social que estas políticas económicas generan alcanza su única respuesta en medidas represivas y policiales, los poderes públicos solo se ejercen como gendarmes, garantes de esos intereses privados.
Y nada de eso es algo coyuntural y pasajero, la actual crisis vino para perpetuarse y profundizarse, ninguna cesión satisfará a un capitalismo financiero desbocado que necesita imperiosamente fagotizarlo todo.
Tampoco ninguna promesa desarrollista es creíble; el otrora solucionatodo desarrollismo se enfrenta hoy a unos límites cercanos que lo hacen inviable sin ligarse a la competitividad más encarnizada y a la concentración cada día más intensiva de la riqueza y la generalización de la pobreza y de mayores cotas de exclusión, que recorta drásticamente las posibilidades de vivir con un mínimo de realización personal y dignidad.
Este camino que venimos transitando de incremento abismal de las desigualdades, de pérdida de cualquier garantía o derecho y de retroceso de lo público, que cada día viene incrementándose, no hará sino agravarse en lo sucesivo. Dar una generación por perdida, como la dan, debiera significar un precio demasiado alto para inmolar a “los mercados”, pero el futuro a medio y largo plazo no es más halagüeño. Cuando las promesas que nos hacen se difieren en el tiempo, dejan de serlo para convertirse en cuentos que nos cuentan, no referidos ya al pasado remoto del “érase una vez”, sino a un futuro igualmente lejano e indefinido.
Por todo ello, diversas organizaciones sindicales (CGT, CNT, ESK y Solidari) y sociales (MOC, Asamblea de Parado, colectivo por el decrecimiento, Hormiga Atómica y otras) que venimos planteándonos desde hace tiempo actuaciones conjuntas, queremos también este 1 de mayo salir a la calle para denunciar y proclamar:
Que la deuda es un robo cada día más asfixiante, a cuyo pago tenemos que negarnos ya.
Que las desigualdades crecientes, más cuando ya afectan a los mínimos vitales, son repulsivas y nos conducen a todas las personas al individualismo y la indignidad.
Que los derechos y garantías básicos (recursos suficientes, trabajo, vivienda, sanidad, educación…) siguen siendo eso, básicos, y por lo tanto prioritarios.
Que necesitamos un cambio de rumbo radical hacia mayores cotas de reparto de los recursos, empleos y trabajos.
Que ese cambio de rumbo no vendrá sino de la mano de una movilización social mantenida y lo más generalizada posible.
Que el camino iniciado aquí el 29 de marzo es un buen punto de partida, que debemos continuar y expandir.
Para todo ello convocamos y llamamos a la participación en los siguientes actos a desarrollar el 1 de mayo:
Marcha ciclista: a las 10 horas en la plaza del Castillo (convoca “bizipikete 29M”)
Manifestación: a las 12 horas en la plaza Recoletas
Asamblea debate: a las 14 horas e la plaza del Castillo (luego comida autogestionada)
Fuente: CGT-LKN Nafarroa