El gobierno foxista está paralizado y es responsable de que los grupos represores sigan armados, consideran agrupaciones de solidaridad con Chiapas, Oaxaca y Guatemala
DE LA REDACCION DE LA JORNADA
Representantes de las organizaciones sociales y sindicales que se reunieron el pasado miércoles con altos funcionarios del Ejecutivo federal mexicano en Madrid, España -donde el presidente Vicente Fox realizaba una gira de trabajo-, denunciaron que las declaraciones de Rubén Aguilar Valenzuela, coordinador de comunicación de la Presidencia de la República -quien asistió al encuentro-, "tergiversan la realidad de lo que fue la reunión, ya que oculta los planteamientos de fondo y los requerimientos que hicimos, hablando sólo del ’clima de cordialidad’ en que se desarrolló el encuentro".
El funcionario, quien calificó de "constructivo" el encuentro donde diversas organizaciones denunciaron la violación de derechos humanos en México, aseguró que los propios representantes cancelaron la protesta que llevarían a cabo, pues "al ser recibidos por nosotros, ya no la realizarían, pues lo que solicitaban era un espacio de diálogo y discusión".
El gobierno foxista está paralizado y es responsable de que los grupos represores sigan armados, consideran agrupaciones de solidaridad con Chiapas, Oaxaca y Guatemala
DE LA REDACCION DE LA JORNADA
Representantes de las organizaciones sociales y sindicales que se reunieron el pasado miércoles con altos funcionarios del Ejecutivo federal mexicano en Madrid, España -donde el presidente Vicente Fox realizaba una gira de trabajo-, denunciaron que las declaraciones de Rubén Aguilar Valenzuela, coordinador de comunicación de la Presidencia de la República -quien asistió al encuentro-, «tergiversan la realidad de lo que fue la reunión, ya que oculta los planteamientos de fondo y los requerimientos que hicimos, hablando sólo del ’clima de cordialidad’ en que se desarrolló el encuentro».
El funcionario, quien calificó de «constructivo» el encuentro donde diversas organizaciones denunciaron la violación de derechos humanos en México, aseguró que los propios representantes cancelaron la protesta que llevarían a cabo, pues «al ser recibidos por nosotros, ya no la realizarían, pues lo que solicitaban era un espacio de diálogo y discusión».
Al concluir la reunión, informó a medios nacionales que los representantes de diversas organizaciones «entregaron un cuestionario muy largo y nos comprometimos a darle una respuesta por conducto de la embajada».
En respuesta, integrantes de la Comisión Confederal de Solidaridad con Chiapas de la Confederación General del Trabajo (CGT) ; la Plataforma de Solidaridad con Chiapas, Oaxaca y Guatemala ; la Red de Apoyo Zapatista, y el Centro de Documentación sobre Zapatismo, señalan en una carta abierta que «en ningún momento de la reunión hablamos de la manifestación convocada para esa misma tarde, ni tampoco dijimos que lo que nosotros solicitábamos era un espacio de diálogo y discusión».
Aclaran que una hora antes de acudir a la embajada de México en Madrid, donde se realizó la reunión, se recibió una llamada telefónica del Ministerio del Interior informando que se había retirado la autorización para la concentración que tenían prevista, argumentando razones de seguridad y la búsqueda de un segundo coche bomba.
Los miembros del colectivo que convocaron a la manifestación, agrega el documento, «valoramos que aun a sabiendas de lo complicado que era a esas horas desconvocar a dicho acto, nos veíamos obligados a ello por imperativo legal»
Esto ocurría, afirma la misiva, a las 12 de la mañana, y la reunión en la embajada de México se realizó a las 13 horas. Por tal motivo, «desmentimos todas y cada una de las palabras, afirmaciones o insinuaciones tendientes a explicar que no hubo concentración porque llegamos a un acuerdo con los representantes del gobierno federal y la embajada».
Asimismo, rechazan que el propósito de la reunión haya sido entregar un cuestionario a los funcionarios foxistas, entre quienes estaban María Amparo Casar, coordinadora de asesores de la Secretaría de Gobernación, y Ramiro Ayala, consejero político de la delegación diplomática. Aseguran que la verdadera finalidad era «obtener respuestas a preguntas muy concretas sobre temas específicos en torno a seis temas : situación de los indígenas en México, muertes no aclaradas y agresiones a defensores de los derechos humanos, situación de los presos políticos en México, Fiscalía Especial para los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, feminicidios y Plan Puebla Panamá».
Los representantes de las organizaciones civiles indican que en el encuentro se expresó la preocupación por hechos como el de Acteal o Aguas Blancas, pero «desmentimos el hecho de que todos los requerimientos que se les hicieron tuvieran relación con el pasado». Insisten en que el gobierno foxista «es responsable de que los grupos paramilitares que actúan en Chiapas, Oaxaca y otras regiones indígenas de México sigan armados. Ante la pregunta concreta de qué estaba haciendo (el gobierno federal) para conseguir dicho desarme, sólo recibimos respuestas vagas que se resumen en una frase : ’es que todo es muy complicado’».
Tras indicar que el encuentro fue cordial, «porque la educación y el respeto no están reñidos, al menos por nuestra parte, con la discrepancia», afirman que en relación con el tema de los paramilitares «no basta con que nos digan que es un salto histórico el que el gobierno no éste armando en estos momentos a los paramilitares : éstos siguen con sus armas y son grupos que en cualquier momento podrían ser reactivados.
«Nuestra valoración de las respuestas recibidas hasta el momento -concluye la misiva- es que el gobierno de Vicente Fox está paralizado. Esperamos las respuestas por escrito al resto de los cuestionamientos hechos y nos comprometemos a que éstas sean publicadas.»