Comenzamos esta serie de valoraciones comparativas entre el convenio vigente y el preacuerdo del primer convenio corporativo (lo que quieren que tengamos…o perdamos) con aquello que debía de ser previo a cualquier negociación: la producción propia. Eso es al menos lo que los trabajadores dejamos muy claro en un referéndum que nos costó sangre, sudor… y pasta (huelga, paro…): NO se negocia una coma del nuevo convenio hasta que no tuviéramos garantizado nuestro trabajo, o sea, asegurada la producción.

Ahora,
los que no han respetado el resultado de aquella consulta nos sitúan a las
puertas de otra para respaldar o rechazar lo que han acordado con una empresa
descabezada, pero feliz (suponemos) con los textos consensuados. Y lo hacen
presentándonos un texto (el del preacuerdo) que, en lo referido a producción
propia, es incluso
peor que al que dijimos NO en el famoso referéndum.

Ahora,
los que no han respetado el resultado de aquella consulta nos sitúan a las
puertas de otra para respaldar o rechazar lo que han acordado con una empresa
descabezada, pero feliz (suponemos) con los textos consensuados. Y lo hacen
presentándonos un texto (el del preacuerdo) que, en lo referido a producción
propia, es incluso
peor que al que dijimos NO en el famoso referéndum.

Lo grave
es que, siendo la producción propia no ya la madre del cordero de la negociación,
sino la abuela (puesto que debía ser anterior a todo lo demás) ahora se nos
entregue una versión reducida, superficial y vacía de contenido
si la comparamos con lo que en
esta materia se consensuó con el CGI
de manera unitaria para resolver un tema tan
capital como asegurar el trabajo en el futuro a toda la plantilla.

La
famosa
“Mesa de Producción” viene coja de fábrica. La mayoría de los objetivos y funciones que para
ella se consensuó con el CGI se han evaporado y su efectividad resulta
menguada, ya que se elimina su capacidad para llegar a acuerdos con la dirección.

La
Comisión queda, pues, como un órgano meramente consultivo
que se va a hinchar (o no) a hacer informes, sin
ningún carácter vinculante
, y sin
que el Consejo de Administración tenga que tenerlos en cuenta. Puede ser
incluso peor y que, no tardando mucho, veamos a esta comisión “bendiciendo”,
parte social incluida, las externalizaciones de la dirección y catalogándolas
de “producción interna” tal y como reflejan en el propio acta del acuerdo “A los efectos de lo establecido en el artículo 9.0.1.2, no se
considera que sea producción externa cuando se contraten recursos técnicos de
los que no exista disponibilidad
, así como los
recursos humanos cuya categoría no exista en Convenio Colectivo”.
Una clara invitación a la dirección para
que nos vaya dejando progresivamente “sin recursos técnicos” mientras mantienen
los ratios de “producción interna” y la comisión sin poder ni para “exigir” un
papel.

Esto será
así porque desparece la obligación de justificar la “no disponibilidad” de
medios o personal para externalizar y la información que maneje será muy
reducida al desaparecer casi todos los documentos que debían ser entregados,
con el agravante de que la dirección no tendrá la obligación de revertir
informes a la Comisión.

O sea, la
condición sine qua non de la negociación pasa a ser un jarrón chino en ese capítulo
2 del Primer Convenio: “Comisión de Producción Propia”.

Había que
incluirla en él por vergüenza torera (faltaría más…) y hacerlo además al
principio del texto (“para que vean nos lo tomamos en serio…”) pero al haberla
descafeinado de tal manera, es como el que tiene una tía en Alcalá…que ni tiene
asegurada la producción, ni tiene ná…

Dentro de
unos días, para cegarnos cual conejo alumbrado en carretera, se sacarán una vez
más de la chistera el del logro de “+Gente” como un ejemplo de lo que será la
producción propia, en este caso, frente a la mala-malísima “Mediapro”.

Pero no
os dejéis engañar. Con Carme Chacón en la cuneta política, Roures y los suyos
caen cual fichas de dominó mediáticas, y esto es (por desgracia) un hecho
puntual, que sólo servirá a los “abajo firmantes” del preacuerdo para crear la
ensoñación de una futura parrilla plagada de programas de la casa y pedirte así
tu apoyo…una vez más….

Vaya por
delante que nos alegramos del nuevo reto de nuestros compañeros, como también
nos alegraríamos (y ellos seguramente) de que parte del peso del trabajo del
nuevo proyecto se derivara a unos necesariamente reforzados centros
territoriales…

Después
del referéndum del 20-S no habrá muchos más ejemplos así. Por eso, a la luz de
lo que está escrito en el preacuerdo (lo que importa), debemos decir NO a
una manera de entender la producción, impropia del Primer Convenio de la
Corporación RTVE.

Consulta la comparativa que hemos
elaborado sobre la Mesa de Producción y flipa

http://www.cgtrtve.org/files/COMPARATIVA_MESA_PRODUCCION.pdf


Fuente: CGT RTVE