En Cercanías de Barcelona se vienen produciendo situaciones de estrés laboral por parte del colectivo de Maquinistas, al no garantizarse el periodo de descanso legal entre jornadas y al no compensar en descanso todos los excesos que se obligan a realizar.
La
Jefatura de Cercanías ha modificado los gráficos de servicio varias
veces durante el año 2011 y estos están elaborados de tal manera
que obligan a los Maquinistas a a realizar pernoctaciones fuera de
residencia con solo
4 o 5 horas para poder dormir y con jornadas que superan las 12
horas,
lo que supone una merma considerable de su condición física, merma
que pueda
influir en la seguridad ferroviaria.
CGT
ha presentado durante el pasado año 2011 numerosas denuncias en la
Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Barcelona por las
múltiples irregularidades y abusos que Renfe comete con sus
Maquinistas.
La
política de Renfe facilita la existencia de situaciones de riesgo
para los propios trabajadores y para los usuarios del ferrocarril
público.
A la fatiga laboral, se suma la fragmentación ferroviaria y un
deplorable
estado de la infraestructura de Catalunya,
plena de carencias: grave insuficiencia de capacidad por no haber
invertido en muchos años en nuevas líneas y desdoblamientos, tramos
de vías propios de un museo abandonado, a lo que se suma un
mantenimiento
escaso y parcialmente privatizado.
El
actual sistema ferroviario de los túneles de Barcelona ha tenido que
ser acantonado “en corto” (menor distancia entre señales) para
poder permitir un mayor número de circulaciones y poder soportar la
creciente demanda. Los problemas vienen con la forma reglamentada
para regular dicho tráfico y en la inexistencia de sistemas de
seguridad antiguos (ATP) o modernos (ERTMS) que impidan la colisión
de trenes previniendo los posibles fallos humanos.
Los
dirigentes del Ministerio de Fomento no parecen estar al servicio del
ferrocarril, al igual que los políticos cargados de privilegios que,
en beneficio de sus oscuros intereses, se echan culpas unos a otros
sin resolver nunca nada. Todo esto está generando una situación
explosiva que solo perjudica a la ciudadanía, que es la que utiliza
el transporte público.
CGT
está a la espera de los dictámenes técnicos de los últimos
accidentes,
que serán los que aclaren con certeza los recientes sucesos, pero no
podemos ignorar que las circunstancias que nos rodean y que se
describen, también son influyentes.
Barcelona, 14 de
febrero de 2012 – SFF CGT
Fuente: SFF CGT