San Cristóbal de las Casas, 5 de agosto de 2017
Roberto Carlos Ruiz Hernandez, preso en lucha en el CERSS nº5 de San Cristóbal de las Casas inició una nueva huelga de hambre y sed el pasado 31 de julio. En los primeros tres días no ingirió alimentación sólida, líquida, ni ningún tipo de complemento alimenticio que pudiera favorecer su hidratación. En este momento se encuentra tomando solamente miel y agua, lo cual en ninguna medida significa que haya dado un paso atrás en la lucha por su libertad.
La salud y la integridad física y psicológica del compañero ya se encuentran en un preocupante estado debido a las dos anteriores huelgas de hambre que ha realizado como medida de presión en la exigencia de su libertad. Así como por la tortura física y psicológica que ha tenido que enfrentar desde el momento de su detención.
El pasado 29 de junio, a través de una conferencia de prensa en las oficinas del Frayba, Roberto nos hacía llegar un llamado con la exigencia de su inmediata puesta en libertad y anunciaba que en caso de no ser así emprendería una nueva huelga de hambre. Situación en la que se encuentra en la actualidad debido a la total y absoluta negligencia e indiferencia del gobierno que, en base a una absoluta arbitrariedad e inquina mantiene a nuestro compañero secuestrado tras los muros de la cárcel y de la burocracia.
Roberto lleva detenido desde el 22 de mayo del 2013, acusado del supuesto delito de extorsión, es sobreviviente de tortura física y psicológica acreditada mediante Protocolo de Estambul. Se han violado todos los derechos al debido proceso durante su juicio, y jamás ha podido contar con la asistencia consular. Después de ser sentenciado a 7 años, su caso es expuesto en el 2015 ante la Mesa de Reconciliación del Gobierno de Chiapas que después de revisarlo determina que tiene que ser puesto en libertad.
Aun habiéndole robado años de su vida, a día de hoy ya ha cumplido más del 70% de su condena, las autoridades gubernamentales siguen apostando al cinismo, la prepotencia y la saña que les caracterizan.
A pesar de estar privado de su libertad, nunca nadie le ha señalado como autor del delito por el cual está encarcelado. La condena que Roberto está enfrentando, también es extensiva a su compañera y sus hijos mediante el inhumano brazo extenso de la cárcel que no sólo castiga a quien encierra, sino a todo su entorno desde una total intencionalidad.
Más allá de entrar en el debate de inocencia o culpabilidad, somos totalmente conocedores de que el mayor delito que enfrenta nuestro compañero es el de su pobreza y vulnerabilidad ante unas fronteras impuestas por el poder y el capital.
Roberto es sólo el ejemplo de muchas otras historias que jamás conoceremos, historias de horror y terror que nos imponen con sus turbias leyes y su asqueroso poder que determina que personas somos prescindibles y, por ende, desechables. Pero él también es un ejemplo de dignidad, de entereza y fortaleza. Aún cuando todo le orillaba a agachar la cabeza y a someterse a la venganza del poder, sus actos y su voz nos obligan a no ser indiferentes ante una realidad que nos envuelve y de la que tenemos que hacernos responsables.
Exigimos la libertad inmediata de nuestro compañero.
Responsabilizamos a todos los niveles de gobierno de cualquier consecuencia física o psicológica derivada de la huelga de hambre de nuestro compañero.
Responsabilizamos a todos los niveles de gobierno de la vida de nuestro compañero, ya que esta acción pone en riesgo no solo su integridad, también su vida está en peligro.
Hacemos un llamado a todas las personas a realizar acciones por la exigencia de la libertad de Roberto.
Reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por la libertad de nuestro compañero, la solidaridad será siempre nuestra compañera de camino y, en base a ella, no vamos a parar hasta arrancar a Roberto de los muros de la bestia.
Hasta que todxs seamos libres!
Grupo de Trabajo no Estamos Todxs