Fue designado Rey por accidente. Porque Franco le cazó para que destronara a su propio padre Don Juan, el legítimo sucesor en el escalafón borbónico. También porque sagaces camisasviejas de la dictadura cazaron a los líderes de la oposición para ungirle como jefe del Estado aprovechando el totum revolutum de la aprobación del paquete constitucional.

Un pedigrí cinegético-accidental que coronó toda su carrera de magníficos siniestros. De cuerno a astado, de ocio o negocio, para el monarca de la triste rotura nunca ha existido pieza mayor ni caza menuda que se le resistiera. Aunque al final tanto matonismo sólo evidencia el déficit democrático que padecemos.

Algunos puntos oscuros sobre lo sucedido en esa cacería de elefantes para magnates lo demuestran. Aunque nunca sabremos toda la verdad. No habrá caja negra reveladora del misteriosos viaje del Rey elefante. Juan Carlos es impune. Por ejemplo:

Un pedigrí cinegético-accidental que coronó toda su carrera de magníficos siniestros. De cuerno a astado, de ocio o negocio, para el monarca de la triste rotura nunca ha existido pieza mayor ni caza menuda que se le resistiera. Aunque al final tanto matonismo sólo evidencia el déficit democrático que padecemos.

Algunos puntos oscuros sobre lo sucedido en esa cacería de elefantes para magnates lo demuestran. Aunque nunca sabremos toda la verdad. No habrá caja negra reveladora del misteriosos viaje del Rey elefante. Juan Carlos es impune. Por ejemplo:

Falta de transparencia en plena ley de transparencia. Desde el viernes en que ocurrió el accidente, Zarzuela, Gobierno y medios de comunicación, todos a una pero al revés que en Fuenteovejuna, estuvieron tapando el hecho, La gestión de la crisis fue tan desastrosa que al final el asunto estalló justo el 14 abril aniversario de la Segunda República.

Tampoco sabemos si el Rey iba sólo o bien acompañado. No es cuestión de moralina, es que un Jefe de Estado no puede conciliar la vida laboral con cualquiera. Sus valiosos conocimientos, obtenidos bajo el secreto que su alta condición privilegia, deben estar a cubierto de buscavidas y mataharis.

El Rey republicano, como le calificaron sus hagiógrafos y corearon los media más pelotas, va a resultar a la postre el mejor aliado para la caída de la monarquía y la reinstauración de la III República. Como en el 31 pero con el PSOE en el fregao.

¿Habemus “parricidio” en puertas? El mundo de los negocios y los círculos de poder quieren una abdicación a favor del príncipe Felipe a las bravas. Los escribas mejor pagados afilan ya el borrador para el despido objetivo de Juan Carlos I sin aplicarle las tarifas de la última reforma laboral. De casta le viene al galgo.

La Marca España pulverizada. Con sus caprichos de play boy y la inmunidad de que ha dotado la Constitución al Rey, la Marca España será siempre un misil sin dirección porque Juan Carlos hace y deshace lo que le da la real gana, caiga quien caiga. A la apertura de los mercados el lunes 16, la prima de riesgo trepó a su nivel más alto desde el 22-N y el IBEX 35 siguió su desplome. Y para más INRI el gobierno argentino nacionalizó Repsol, dejando en humo la visita que el Rey del “por qué no te callas” hizo a la presidenta Cristina Fernández para pujar personalmente por la petrolera la víspera del safari para matar elefantes como perdices se las ponían a Felipe II. Repsol es una de las multinacionales que financian generosamente la Fundación Príncipe de Asturias, tinglado para el boato del “divino impaciente” y su corte de los milagros.

Rafael Cid


Fuente: Rafael Cid