Las semblanzas con las que el médico sevillano Pedro Vallina y el activista judío alemán Rudolf Rocker elevaron a la categoría de mito del anarquismo al revolucionario gaditano Fermín Salvochea han sido reunidos en el volumen "Crónica de un revolucionario" por el Centro de Estudios Andaluces.

Ambos textos, salvo para iniciados, eran casi desconocidos, ya que por su propia naturaleza fueron clandestinos durante décadas, y el de Rocker, de apenas treinta páginas, difícil de consultar por ser inencontrable incluso en bibliotecas especializadas, según ha dicho a Efe el editor de este volumen, José Luis Gutiérrez Molina.

Ambos textos, salvo para iniciados, eran casi desconocidos, ya que por su propia naturaleza fueron clandestinos durante décadas, y el de Rocker, de apenas treinta páginas, difícil de consultar por ser inencontrable incluso en bibliotecas especializadas, según ha dicho a Efe el editor de este volumen, José Luis Gutiérrez Molina.

Miembro del grupo de investigación Historia Actual de la Universidad de Cádiz, director científico de la web ’Todos los Nombres’, dedicada a la recuperación de la memoria histórica, Gutiérrez Molina considera a Salvochea como «uno de los ejemplos más redondos de las relaciones entre el mundo republicano federal y el anarquista de las últimas décadas del siglo XIX y la primera del XX».

Firme partidario de la acción, como lo sería su discípulo Pedro Vallina —quien a diferencia de Rocker, sí conoció y trató al gaditano—, Salvochea participó en la revolución de 1868, encabezó la revuelta federal en 1869 y sufrió exilio y prisión, dos circunstancias por las que también pasó Vallina.

Impulsor del cantón gaditano en el verano de 1873, Salvochea pasó un largo periodo en prisión, de la que saldría abrazando el anarquismo, corriente revolucionaria de la que llegó a encarnar uno de sus principales mitos históricos.

Gutiérrez Molina considera los textos de Vallina y de Rocker, junto al de Fernando Puelles, como «los más importantes sobre la vida y obra de Salvochea», quien llegó a ser alcalde republicano federal de Cádiz, porque son testimonios que proporcionan informaciones «no sólo sobre su trayectoria vital, sino también sobre el contexto sociopolítico y otras personalidades del momento».

Para Vallina, Salvochea «fue una de las grandes figuras de la humanidad» y «por su pensamiento y por sus actos heroicos en defensa de los oprimidos, nadie llegó a más en el combate callejero y en el martirio de la prisión».

«No era un hombre de hielo, como Pi y Margall, sino hombre de acero como todo luchador de temple verdadero» y «su ardiente amor por todas las víctimas de las injusticias sociales fue motivo para que algunos, Lerroux entre ellos, le llamasen ’Cristo anarquista’», escribió Vallina de Salvochea al confesar que pasó a su lado los mejores días de su juventud hasta que «las persecuciones nos separaron para siempre».

En su exilio mexicano, mientras ejercía de médico con los indios de la selva de Oaxaca, Vallina escribió su «Crónica de un revolucionario», una labor que emprendió porque el propio Salvochea había rechazado la propuesta de un hacendado gaditano, admirador suyo, de costear sus memorias: «Ese hombre no debe estar bien de la cabeza al proponerme semejante tontería», dijo el anarquista.

Vallina, siguiendo los pasos de su maestro, se convirtió en activista y, en la Sevilla de principios del siglo XX, promovió la primera huelga de inquilinos y logró que no se pagaran los alquileres por la infame situación de los corrales de vecinos, se batió a tiros con la Guardia Civil y, en el verano de 1936, formó parte de las columnas que trataron de hacer fracasar el golpe.

Rocker concluye su semblanza biográfica de Salvochea describiendo su entierro en 1907: «Su muerte causó un mar de lágrimas y su sepelio dio lugar a una manifestación enorme, en la que participaron cerca de 50.000 personas. De todos los pueblos y aldeas fluyeron los pobres desheredados para despedirse del extinto».

Rudolf Rocker fue uno de los más destacados anarcosindicalistas europeos tanto en los años que vivió en Inglaterra como en los de su Alemania natal y los Estados Unidos, donde residió tras la ascensión de Hitler al poder.

Texto extraido: cgtandalucia.org/Reunen-los-textos-de-Vallina-y