LLEIDA.- Un juez de Cantabria ha esgrimido el uso del catalán en Cataluña como motivo de peso para no conceder la custodia de sus dos hijos a una mujer originaria de Torrelavega y que desde hace un año reside en Lleida.
El auto de medidas provisionales dictado por el magistrado Pablo Fernández de la Vega, titular del Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Torrelavega, señala que « se debe tener en cuenta que la madre reside en Lleida, comunidad autónoma de Cataluña, en la que existen importantes diferencias de orden cultural, con respecto a Cantabria, especialmente en materia lingüística ».
La resolución incide en este aspecto singular para concluir que « el traslado de los menores a dicha comunidad podría causarles ciertas perturbaciones hasta el aprendizaje del catalán, que no debemos olvidar es el utilizado primordialmente en los centros de Cataluña ». Para el juez, « es preferible evitar » estas perturbaciones, y por ello, entre otros argumentos, retira la guardia y custodia de los niños a su madre.
La madre, Elka P., señala que ésta es una de las medidas provisionales dictadas por el juez cuando presentó la demanda de separación de su marido y padre de sus dos hijos. La mujer explica que aunque no es el único argumento que esgrime el juez sí que le resulta el más sorprendente, « creo que no sabía lo que estaba poniendo.Como cántabra que soy me duele que se pueda decir esto. Aquí me han acogido con los brazos abiertos ».
La sentencia firme especifica que los dos hijos, un niño de 13 años y una niña de 8 se quedarán con el padre para que puedan seguir su vida en la escuela con normalidad.
Elka P. explica que la resolución judicial esconde el verdadero motivo por el que, en su opinión, no le han dado la custodia de sus hijos : su homosexualidad. Elka se separó hace un año de su marido y se trasladó a Lleida para vivir con su compañera sentimental, con la que aún convive.
Elka señala que el juez, en la sentencia, indica que podrá visitar a sus hijos en fines de semana alternos pero siempre desplazándose a Torrelavega, una decisión que resulta muy gravosa para la madre.« No entiendo por qué mis hijos no pueden venir a visitarme a Lleida », dice.
Elka fue a informarse el pasado mes de septiembre a centros escolares de la localidad de Lleida sobre la conveniencia o posibles dificultades de su integración. « Me dijeron que no había el más mínimo problema con el idioma y que lo iba a aprender muy rápido », señaló ayer la mujer en declaraciones al diario Segre.
Los niños viven en la actualidad con los abuelos maternos en Torrelavega, donde también reside el padre de los pequeños. La mujer pidió la custodia de los niños cuando se separó hace un año de su marido y no ha obtenido la respuesta judicial hasta ahora.
El juez ha atribuido el uso y disfrute de la vivienda familiar al padre, alegando que debe preservarse la estabilidad de los niños, y fija una pensión de 150 euros mensuales que debe satisfacer la mujer en concepto de alimentos.
M. J. SANGENIS.
El Mundo