Un grupo de 121 indígenas guatemaltecos que eran obligados a trabajar sin cobrar en una finca productora de café del sureste de México fue rescatado por las autoridades de ese país, informó ayer el ministro de Exteriores de Guatemala, Jorge Briz. El canciller guatemalteco explicó que, tras conocerse una denuncia de organizaciones no gubernamentales mexicanas que trabajan con inmigrantes en esa zona, las autoridades acudieron al rescate de los campesinos esclavizados.
El grupo de labriegos guatemaltecos, entre ellos varios niños y mujeres, fueron retenidos durante varias semanas en las fincas cafetaleras Nueva Esperanza y Gadow, en Tapachula (Chiapas). Según las denuncias presentadas por el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba, los indígenas fueron obligados a trabajar en el corte del café sin recibir salario ni poder abandonar el lugar.
La cancillería guatemalteca aseguró que las autoridades mexicanas, en coordinación con el consulado de Guatemala en Chiapas, han forzado a los propietarios de las fincas a pagar a los afectados por el trabajo que realizaron durante semanas. Los dueños de las fincas, explicó Briz, se escudaron en que desconocían esa situación y responsabilizaron a sus capataces.
El ministro indicó que se trata de un caso aislado. Este tipo de hechos, subrayó, «no son una práctica común en las fincas del sureste de México», aunque aseguró que pondrán mayor atención a los campesinos guatemaltecos que acuden a trabajar a las fincas mexicanas. Desde hace un lustro, miles de labriegos indígenas guatemaltecos viajan en los primeros meses del año a México para trabajar en las fincas de café.
Fuente: EFE