El operador público RENFE está ultimando la negociación con ALSTOM para crear una empresa
mixta, que se dedicará al mantenimiento del material ferroviario, concretamente a la reparación de
componentes electrónicos, mantenimiento de los trenes AVE S/100, S/104 y trenes de Cercanías
del tipo CIVIA, en los talleres que el Operador público tiene en Cerro-Negro, Madrid.
Esta nueva empresa se llamará IRVIA S.A., y tendrá su sede en Madrid. RENFE-Operadora
participará en el 49% de su capital frente al 51% de Alstom, siendo paritario su Consejo de
Administración, aunque la Presidencia estará en manos de Alstom, a imagen y semejanza de las
otras tres empresas mixtas creadas con SIEMENS (NERTUS), CAF (ACTREN) y VOSSLOH
(ERION), estando en proceso de negociación otras tres sociedades mixtas con empresas del
sector del mantenimiento y fabricación de material ferroviario, como son Bombardier, TALGO y
Albatros, si bien TALGO muestra sus reticencias a este tipo de alianzas.
EL “NEGOCIO” DEL MANTENIMIENTO BAJO SOSPECHA
La política de RENFE-Operadora para su área de fabricación y mantenimiento INTEGRIA se basa
en la privatización del mantenimiento de todos los nuevos trenes que se van adquiriendo. Para
ello la Operadora cede el mantenimiento mediante licitación en el BOE al constructor por 14 años y
después crea estas Sociedades Anónimas con las empresas constructoras, con el objeto de que
compartan el 50% de ese mantenimiento que previamente ha cedido. El mantenimiento se realiza
en talleres construidos o reformados por la empresa pública, que es la que corre con la inversión
en las instalaciones (364 millones de euros presupuestados para adecuación y construcción de
talleres) frente a unas empresas privadas que sólo tienen que poner la mano de obra y recoger
beneficios.
Un ejemplo de esta premeditada y estudiada “política errónea”, es la licitación de la compra de 60
nuevos trenes de Cercanías, que acaba de anunciar RENFE, donde conjuntamente con la compra
de este material se licita el mantenimiento por un periodo de 14 años con el fabricante, a pesar de
que RENFE tiene trabajadores en los talleres de los diferentes núcleos de Cercanías donde van a
ser reparados estos trenes, siendo el Ministerio de Fomento y la propia RENFE los principales
promotores de la sustitución del empleo público y de calidad por empleo precario.
Desde CGT rechazamos estas políticas empresariales basadas en la creación de talleres de bajo coste, por lo que están conllevando en precariedad del mantenimiento (escasez de
suministros) y en la precariedad de los empleos, dado que los contratos que se están realizando
por estas empresas mixtas son bajo el Convenio Colectivo del Metal de cada Comunidad
Autónoma, muy por debajo en condiciones salariales y laborales a los Convenios vigentes en las
empresas que conforman estas Sociedades Anónimas.
Desde el Sindicato Federal Ferroviario de CGT apostamos porque el mantenimiento de los nuevos
vehículos sea adjudicado al área de fabricación y mantenimiento de la Operadora (RENFEINTEGRIA),
para que sea realizado, en su mayor parte, por sus propios trabajadores en la
importante red de talleres que tiene distribuida por todo el estado, garantizando así los 3.900
puestos de trabajo actuales, en constante reducción por los sucesivos Expedientes de Regulación
de Empleo. Para ello sería necesaria una política de ingresos adecuada, que mediante oferta de
empleo público permitiera rejuvenecer la edad media de su plantilla, situada en 48 años. En los
últimos 20 años tan solo ingresaron en los talleres de RENFE 45 trabajadores, estando en marcha
un proceso para el ingreso de otros 25 para Madrid y Barcelona.
Fuente: SFF CGT