A partir del próximo 21 de diciembre, la empresa ferroviaria pública Renfe Operadora suprimirá
los trenes nocturnos -los llamados “Estrellas”- que enlazan la capital del estado con ciudades
como Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Irún, Hendaya, Burgos, Santander, Oviedo o Gijón.
Concretamente se suprime los siguientes trenes nocturnos :
composición ya se habían eliminado las literas y sólo permitía viajar en preferente y en
coche cama.
la población francesa de Hendaya con el TGV destino Paris.
La supresión de estos servicios genera una reducción de la capacidad de movilidad de los
ciudadanos, al eliminarse unos trenes que permiten llegar a destino a primera hora de la
mañana. En el caso del “Estrella Costa Vasca” se creará un vacío incomprensible en la relación
internacional con Francia, ya que este tren enlaza con el primer TGV de la SNCF, que sale a las
8:00 de la mañana de Hendaya con destino Paris.
Además, estas supresiones perjudicarán especialmente a los usuarios de billetes INTER-RAIL y
EURO-RAIL, que suelen ser jóvenes que aprovechan los trenes convencionales nocturno para
viajar, y que verán como España es el único país de Europa que no cuente con este tipo de
trenes para conectar sus principales ciudades. A partir del próximo 21 de diciembre solo
quedarán los trenes “Estrella Picaso” Bilbao>Málaga (sólo circula un día a la semana), “Estrella
Galicia” Barcelona>Vigo-Coruña, “Estrella Atlántico” Madrid>Ferrol, “Estrella Costa Brava”
Madrid>Portbou (recién repuesto tras las averías en la red ferroviaria de Barcelona) y el
“Estrella Surexpreso” Hendaya-Lisboa.
El resto de trenes nocturnos son los denominados “Tren Hotel” -que ofrecen un servicio más
elitista- y que conectan Barcelona>Granada-Málaga-Cádiz y Madrid>Coruña-Vigo, además de
los recorridos internacionales entre Madrid>Lisboa, Madrid>Paris, Barcelona>París, Barcelona>
Zurich y Barcelona>Milán. Estos trenes hotel carecen de literas y solo llevan coches camas y
plazas sentadas.
Las compañías europeas de ferrocarril, mantienen una variada oferta de trenes nocturnos, de
ámbito nacional e internacional. Países como Francia, Alemania, Polonia, República Checa,
Italia, etc. mantienen trenes nocturnos con literas para unir poblaciones dentro del país, además
de la amplia oferta internacional existente como Berlín>Ámsterdam, Berlín>Zurich,
Berlín>Praga, París>Irún, París>Genova, París>Budapest, etc.
Ya en 2005, la consultora alemana Actima señalaba en un exhaustivo informe sobre la
viabilidad de los servicios nocturnos de viajeros en Europa, que “la mayoría de los operadores
europeos subestima las ventajas estratégicas de los servicios nocturnos, que no sólo pueden
ser rentables, sino que mejoran la imagen corporativa general del operador, y tienen, además,
un efecto positivo en la utilización de los servicios de viajeros de larga distancia”, concluyendo
que su futuro podría ser prometedor.
Desde CGT nunca hemos entendido que la entrada en servicio de líneas de alta velocidad
tenga necesariamente que suponer la eliminación de las tarifas más económicas -que suponen
una alternativa de transporte para la inmensa mayoría de la población- y que ocasiona que la
ingente inversión pública dedicada a unas infraestructuras faraónicas -pagadas con los
impuestos de todos los ciudadanos- no beneficie sino a un porcentaje marginal de la población.
Frente a ese modelo elitista implantado desde hace años en España, creemos necesario dar al
ferrocarril de un giro social que permita una utilización masiva de este modo de transporte
público, utilizando una capacidad que en la actualidad está extraordinariamente
desaprovechada. Este rumbo social, desde luego, no se consigue con la supresión de servicios
La entrada en servicio de la nueva línea Madrid-Valladolid reduce los tiempos de viaje entre el
centro peninsular y la cornisa cantábrica, pero no permiten la llegada de trenes a primera hora
de la mañana, obligando a pernoctar en un hotel a aquellas personas que necesiten estar a
primera hora en una de esas ciudades.
En la actualidad billete en litera Madrid-San Sebastián cuesta 47 €, lo mismo que una plaza en
el último tren Alvia que llega a esta ciudad a las 21:30, con la diferencia de que el viajero tendrá
que costearse un hospedaje para pasar la noche en la ciudad.
Pero la política de Renfe va más allá y a finales del 2008 pretende suprimir las camas turistas,
que cuentan con 4 plazas por departamento, en todos los trenes hotel. Las sustituirá por
asientos super-requinables “gran confort”, lo cual limitará sustancialmente la oferta -en
especialmente a las familias y grupos que ahora reservan un departamento de 4 camas para
viajar de noche- y que se verán obligadas a viajar en un coche de 18 plazas, sentados toda la
noche, a no ser que puedan pagar el elevado precio de la cama “gran clase”, única opción que
pretenden dejar para dormir en el tren, que consiste en un departamento de lujo para dos
personas con aseo completo, incluida ducha.
Para ello, la empresa TALGO está construyendo para Renfe 10 composiciones, de 20 coches
cada una, 8 de butacas super-reclinables (ASPR), 10 de coches cama de gran clase, 1 coche
cafetería y 1 coche restaurante, en total 234 plazas por tren. Todos ellos podrán circular
indistintamente por las líneas convencionales y por las de alta velocidad, como máximo a 220
Km/h. La inversión de 144.684.241 euros que supone esta compra, se empezará a rentabilizar
con su puesta en servicio a lo largo de 2008, si bien la fecha concreta está por determinar.
Con esta política de supresiones de servicios nocturnos y eliminación las plazas con tarifa más
económica, la Dirección de Renfe y el Ministerio de Fomento apuestan por un tren elitista con
servicios de alto nivel -muy caro para la inmensa mayoría de los ciudadanos- destinados en
exclusiva a una clase media-alta. Esto condena al resto de la población a desplazarse por
carretera, con una tasa de siniestralidad muy superior a la del ferrocarril, además de ocasionar
un mayor impacto medioambiental.
CGT defiende el mantenimiento de unos trenes nocturnos con literas o camas, a precios
razonables, por ser un servicio demandado por la población y está manteniendo contactos con
colectivos sociales y ayuntamientos para aunar esfuerzos para exigir que la empresa ferroviaria
pública preste un servicio público y social, del que se beneficie toda la población.
Fuente: SFF-CGT