Renfe recortará más de 500 empleos de su división de mercancías, lo que supone alrededor del 20% de la plantilla, que asciende a 2.518 trabajadores. Del ajuste, unos 150 trabajadores saldrán de un expediente de regulación que se negocia con los sindicatos. El resto serán trasladados a otras áreas como Cercanías o Alta Velocidad. La empresa también reducirá el número de locomotoras un 35%.
La unidad de negocio de Renfe encargada del transporte de mercancías se está adaptando a la situación que se vive desde el pasado 1 de enero, cuando se liberalizó el mercado, permitiendo la entrada de competidores privados, una liberalización que en el caso del transporte de viajeros no entrará en vigor hasta 2010. Para afrontar esa competencia, la compañía aplicará dos medidas : un recorte de personal y la modernización de su parque de locomotoras.
En el primer caso, la empresa calcula el recorte en alrededor del 20% de la plantilla, más de 500 empleos. De éstos, cerca de 400 trabajadores serán recolocados en otras unidades de negocio como Alta Velocidad (AVE) y Cercanías, que precisan personal para las nuevas líneas.
El resto, alrededor de 150 empleados, saldrán de la empresa mediante un expediente de regulación de empleo (ERE) que se está negociando con los sindicatos. Renfe ya anunció en mayo que tiene previsto reducir el conjunto de su plantilla en 1.000 trabajadores, aunque no especificó cuantos de ellos pertenecían a la división de mercancías.
La segunda medida es la renovación de su parque. La empresa reducirá un 35% de sus locomotoras más obsoletas antes del 2009, y pasará a tener 284 frente a las 443 que posee ahora, aumentando de esta forma la productividad por unidad tractora un 36%. Además, comprará 50 nuevas locomotoras y remodelará otras 28 unidades diésel. También recortará un 37% el número de vagones, hasta 10.118.
Competencia privada
La unidad de negocio de la compañía pública estudia diferentes estrategias que le permitan conservar su cuota de mercado, ser rentable y dejar de percibir subvenciones estatales, una vez que las empresas privadas se incorporen al negocio de transporte de mercancías en España. El pasado año, la unidad de mercancías registró unas pérdidas operativas brutas (ebitda) de 27,7 millones de euros, pero espera ser rentable a partir de 2007.
Transfesa, Continental Rail (ACS), Comsarail y Detrén (FCC) son las cuatro sociedades que por el momento han solicitado al Ministerio de Fomento una licencia para entrar en este mercado en competencia con Renfe que sólo ha arrancado el 7% al transporte de mercancías por carretera.
Dentro de esa nueva estrategia se incluye también la creación de alianzas con empresas privadas y extranjeras, y la modernización del servicio, realizando labores no sólo de transporte sino de preensamblaje de piezas para que puedan entrar directamente a las cadenas de montaje de las industrias con las que trabajen. Algunas de las más importantes son de automoción (16%), siderurgia (16 %) y construcción (14%).
Fuente: BRUNO LARÍA / EL PAÍS
