La empresa ferroviaria Renfe, por ahora pública, ha despedido al médico laboral de Valladolid, de 52 años y 15 años ejerciendo, aunque más de 20 años en la empresa.

La empresa ferroviaria Renfe, por ahora pública, ha despedido al médico laboral de Valladolid, de 52 años y 15 años ejerciendo, aunque más de 20 años en la empresa.

Un despido sorpresivo realizado el 30 de marzo, viciado de irregularidades, tantas que le volvieron a despedir el 13 de abril en un segundo proceso donde la empresa no se avino a razones de ningún tipo, apresurándose a contratar en precario una médico.

Para la empresa el médico había contravenido la buena fe contractual y se basaba en contrainformes que había solicitado Renfe a un médico externo, de forma unilateral y sin control, ni opción a defensa alguna.

Esos informes versaban sobre declaraciones de «no aptos» a trabajadores en ambiente de ruido.

Este hecho, además de la gravedad por el despido de un trabajador, pone en duda el trabajo de prevención, seguridad y vigilancia de la salud que realiza los servicios médicos de la empresa, coartando la independencia con la que deben realizar su labor.

La reacción del Comité Provincial fue inicialmente unánime, de rechazo total y de realizar inminentes acciones encaminadas a su readmisión y paliar los riesgos hacia los trabajadores y hacia la seguridad en la circulación de los trenes de Renfe.

Esa unanimidad se rompió muy pronto, descolgándose el sindicato gremialista de maquinistas SEMAF, demostrando la catadura moral de sus dirigentes y afiliación.

EL SFF-CGT, como no podía ser de otra manera, ha mantenido la unidad de acción con el resto de sindicatos, resoluciones, concentraciones en el centro de trabajo con mayor número de trabajadores (TCR), donde está ubicado el gabinete sanitario y una convocatoria de paros que afecta a la provincia de Valladolid : 27 abril de 24 horas, 2 y 4 de mayo de 4 horas por turno.

El primer día de huelga, el 27 abril, el seguimiento en el TCR, con 600 trabajadores, fue del 100%, en cambio la respuesta fue escasa en el resto de dependencias, que suman 140 trabajadores, su mayoría maquinistas, siguieron dictados desmovilizadores, olvidando sus propios intereses para con su seguridad y salud.

Ya es desalmado no apoyar a un compañero despedido, por miedo a represalias, decía alguno con desfachatez. Aún es más repulsivo la sustitución de maquinistas en huelga, incluso se personó un dirigente de SEMAF en el piquete y actuando -una vez más- en connivencia con la empresa. Esta actuación ilegal será denunciada por el Comité de Huelga.

La manifestación fue de lo más participativa, sacando el conflicto a la calle, sólo hay que ver la foto. Transcurrió desde la entrada al TCR hasta la estación ferroviaria.

Estas actuaciones a nivel provincial tienen el respaldo del Comité General, donde CGT tenemos representación y que por la gravedad del asunto, en todos sus aspectos, si la empresa mantiene su postura, el conflicto puede generalizarse a nivel estatal.


Fuente: Sección Sindical SFF-CGT Valladolid