El pasado domingo 4 de mayo asistimos a otra incidencia en el servicio ferroviario de nuestras cada vez más penosas líneas convencionales.

A la altura de la estación de Pozazal un tren de viajeros se averió causando un retraso de 3 horas. El tren que salió de Santander con llegada a Valladolid a las 19h16’ y que enlaza con otros trenes a Burgos, León, Salamanca, Ávila, Segovia y Madrid.

A la altura de la estación de Pozazal un tren de viajeros se averió causando un retraso de 3 horas. El tren que salió de Santander con llegada a Valladolid a las 19h16’ y que enlaza con otros trenes a Burgos, León, Salamanca, Ávila, Segovia y Madrid. A las 22h ya no hay trenes más que algún nocturno y cada vez menos. A todo esto debemos añadir que en el citado tren no había interventor, la persona que no sólo controla que los viajeros llevan billete, también vela por su seguridad y en casos como estos más necesario que nunca, para colaborar con el maquinista, para facilitar información, tanto a la empresa como a los viajeros, para guiar y ordenar la evacuación del tren, para asesorar sobre los enlaces en caso de continuar viaje a otros destinos, etc. Todo esto no se ha dado en el tren averiado en Pozazal porque no había interventor en el tren y lo han sufrido los viajeros que han pagado un billete que incluía esa disponibilidad. El motivo de que no hubiera interventor no es otro que la falta de planificación de RENFE Viajeros, una de las  4 empresas en que se dividió RENFE en enero de este año y que ahora son Sociedades Anónimas. Este fallo de planificación viene del ERE que aprobó el gobierno hacer a todas las “RENFEs” y donde ha habido un despido colectivo de 500 trabajadores, personal que estaba realizando su trabajo (incluidos 81 interventores) tareas que ahora se cargan sobre el personal que ha quedado o que no se hace, como ir un tren sin interventor.  No es el único caso, la plantilla de interventores de Valladolid ha pasado de 30 a 24 y la empresa está haciendo circular trenes sin interventor, eso supone, además de pero servicio, menores ingresos, de viajeros que montan en estaciones cerradas y otros que se aprovechan de esa situación para viajar gratis, además, los índices de ocupación bajan, al no computarse estos viajeros, las dos cosas (menos ingresos y menos ocupación que no es real) pone en riesgo la continuidad de ese servicio ya que la política que se sigue es puramente economicista. Una lamentable situación que da como resultado el deterioro paulatino del servicio ferroviario al amparo de la desidia del gobierno y de quienes están al frente de las empresas ferroviarias, en perjuicio de toda la ciudadanía. Desde CGT defendemos otro modelo de ferrocarril, generador de empleo, donde se priorice el aspecto social y medioambiental, algo contrapuesto al AVE y en favor del ferrocarril convencional. Es necesario que todo esto se conozca, del mal uso y abuso que el gobierno está realizando del tren, en beneficio de unos pocos con el dinero de todos y todas. 

Sección Sindical de Valladolid

9 de mayo de 2014


Fuente: SFF-CGT