Trabajadores de Rehabilitación del hospital Punta Europa se concentraron ayer entre las 10.30 y las 11 de la mañana en el centro hospitalario para demandar mejoras en el servicio.
La protesta fue convocada por los sindicatos CGT, UGT y CSIF, mientras que Comisiones Obreras decidió no secundarla.

Trabajadores de Rehabilitación del hospital Punta Europa se concentraron ayer entre las 10.30 y las 11 de la mañana en el centro hospitalario para demandar mejoras en el servicio.

La protesta fue convocada por los sindicatos CGT, UGT y CSIF, mientras que Comisiones Obreras decidió no secundarla.

Una portavoz de ese sindicato en el Punta Europa alegó que las demás fuerzas sindicales no habían dado información sobre las últimas reuniones mantenidas con el director gerente del hospital, José Manuel Galiana.

Los sindicatos reprochan a la dirección del hospital que el servicio de Rehabilitación fuera ocupado en agosto del año pasado por dos consultas de neurología, lo que supuso la eliminación de la sala de tratamiento de los pacientes amputados, del espacio dedicado a tratar a los pacientes con linfedema y de la sala de reducciones ortopédicas que precisaban los que padecen de escoliosos graves. «En la actualidad, esos pacientes tienen que ser derivados a Cádiz», subrayaron.

Los convocantes de la concentración agregaron que, el pasado 26 de febrero, el coordinador de los fisioterapeutas recibió una carta en la que se le ordenaba tratar a unos pacientes ingresados en traumatología sin que los médicos de rehabilitación hubieran valorado su estado.

Los sindicatos habían previsto una primera concentración el pasado lunes, que finalmente fue truncada por la decisión de Galiana de mantener una reunión.

Un día después, el hospital anunció la próxima creación de un área de rehabilitación para el Punta Europa, que en la actualidad está en pleno proceso de adjudicación negociada al haber quedado desierto el primer concurso. Fuentes del Servicio Andaluz de Salud estiman que la obra estará adjudicada en el plazo de un mes, aunque ese anuncio, finalmente, no ha servido para frenar las protestas.