He leído y releído el texto de Algun@s vecin@s del Cabanyal. Lo recibí en principio desde la propia Asociación de Vecinos que lo reenvió masivamente a petición de l@s autor@s a pesar de las críticas que en el se vierten sobre la propia asociación, A mi entender esa conducta les honra. He comentado el texto con vecin@s integrantes de la plataforma cuyo primer sentimiento es sentirse insultad@s grave, muy gravemente. Yo entiendo que no debe el texto (a pesar de insultos y calumnias) despacharse de un plumazo.
Se habla de cúpulas dirigentes de la Asociación de Vecinos y de Salvem el Cabanyal al tiempo que se confunden ambas organizaciones. La Asociación tendrá dirigentes (ignoro si “cúpula”), Salvem El Cabanyal es una organización asamblearia y no tiene cúpula ni dirigentes.
Se habla de cúpulas dirigentes de la Asociación de Vecinos y de Salvem el Cabanyal al tiempo que se confunden ambas organizaciones. La Asociación tendrá dirigentes (ignoro si “cúpula”), Salvem El Cabanyal es una organización asamblearia y no tiene cúpula ni dirigentes.
Sé que sentimientos xenófobos existen en el barrio y a medida que la situación empeora pueden ir a más. Salvem El Cabanyal ha frenado siempre posturas y propuestas que pudieran degenerar en un enfrentamiento entre comunidades; l@s integrantes de Salvem no solo no somos racistas sino much@s de nosotr@s clara, rotunda y militantemente antirracistas. Nada mas lejos de nosotr@s que alentar cualquier forma de “jauría humana”.
Salvem el Cabanyal nace como una organización de autodefensa de la gente frente a los abusos del poder. No es una organización de “propietarios”. Buena parte de sus integrantes no tienen su casa en riesgo y han dedicado buena parte de su vida en estos últimos 14 años a la defensa del barrio, de sus vecin@s amenazad@s, much@s de ell@s con escasa capacidad de resistencia haciendo realidad que “la unión hace la fuerza”. La inmensa mayoría de la gente de Salvem solo tiene la casa que habita. Algun@s ni siquiera eso y viven de alquiler. Amenazados de demolición o no, luchan con y por sus vecin@s. Dejar caer que “algunas” tienen casas vacías a la espera de revalorizaciones arroja una sombra imperdonable sobre el colectivo en general. Repito, imperdonable.
Salvem El Cabanyal es gente que se defiende y defiende a la gente. La ley no. La ley faculta al Ayuntamiento a expropiar aquello que le parezca y a expulsar de sus casas a cambio de una miseria a sus habitantes. Encontramos, eso sí, una ley que impide que el poder destruya el Patrimonio Histórico, y a ella nos hemos acogido con el objetivo último de evitar la injusticia social que supondría llevar a cabo los planes urbanísticos municipales. Eso no quita que nos gusten las casas, las casitas y el barrio en su conjunto. El Cabanyal no volverá a ser lo que fue, ni tiene porqué (nadie se baña dos veces en el mismo rio). Lo que será está por escribir. Lo que sabemos es lo que es ahora . Rita Barberá y sus secuaces decidieron hace ya mucho que la vía para acabar con la resistencia de la gente del barrio era la degradación, llevar la destrucción, la suciedad, la inseguridad a niveles insoportables. Destruyó primero edificios emblemáticos, luego, tantos como pudo. Sembró de solares inmundos el corazón del barrio, adquirió inmuebles por docenas y por la vía de los hechos permitió que los habitaran grupos sociales sin recursos que se hacinan en casas cuyas puertas son boquetes en la pared. Durante muchos años la tolerancia fue del 100% con cualquier actividad que allí se realizara, la mas llamativa la venta de drogas. Tenemos un trozo de “Cañada Real” en pleno Cabanyal. Much@s de l@s nuev@s vecin@s tienen usos y costumbres incompatibles con la vida en común. Es descorazonador ver como de buena mañana la mujer que vive en la planta baja sale con su cubo y su mocho a fregar el trozo de acera de su casa mientras unos metros mas allá l@s recién llegad@s siembran de inmundicia aceras y calles sin ningún apego por el lugar en el que viven; sin ningún respeto por los espacios comunes. Se orina en las esquinas, se defeca en los solares. El paraíso de Rita, la fase intermedia hacia la destrucción, su sueño dorado se ha hecho realidad. Comunidades separadas, miseria, suciedad, desconfianza, miedo. Es este el “futuro” de El Cabanyal?. No, es su presente. Si El Ayuntamiento consigue tener las manos libres para llevar a cabo su proyecto, estas personas serán desalojadas de un día para otro probablemente sin resistencia alguna, buscarán un lugar donde vivir y si algún otro barrio tiene la desgracia de estar bajo la mirada de los especuladores, allá irán quizá inconscientes de su papel de avanzadilla de la maquina destructora y de los señores del dinero.
Es razonable pensar que aquell@s que defienden el mantenimiento de la población actual en las casas que habitan tal y como están hoy coinciden con los deseos de la Alcaldesa y son por tanto cómplices (lo quieran o no) de sus designios? Tontos útiles, pensarán algún@s.
Coincido con el texto en que la solución no es sencilla y como le he escrito a un compañero “hay soluciones que no son solución”. La solución no es sencilla porque el problema es complejo. Hoy en día están las personas que estaban, las que han venido y un barrio que agoniza.
La solución -concluye el texto- es atacar a las clases opresoras. Hombre, mujer, la solución será vencerlas y que l@s oprimid@s nos organicemos sobre la base del respeto al individuo y la participación en lo común. Mientras tanto, ¿qué pasa con El Cabanyal?.
Aunque está en el ADN de una asociación vecinal denunciar el abandono el barrio yo dudo de la idoneidad de la iniciativa de la Asociación de Vecinos porque la respuesta del Ayuntamiento será desalojar sin alternativas, provocar mas desamparo, mas dolor.
Y si es infantil creer que el estado se ocupará de las personas sin recursos, no lo es acaso apelar a la creación de un tejido social resistente y solidario partiendo de la realidad que padecemos?
Voy a ser yo el único que duda? El único que escucha/lee a los demás con interés, sin prejuicios?. Van a criminalizar las organizaciones vecinales a l@s vecin@s que ocupan casas y l@s okupas calumniar a las organizaciones vecinales?
Si es así, vamos a hacer un pan como unas hostias.
Mientras, frotándose las manos Rita y su banda afilan armas y nos calumnian y criminalizan a tod@s.
Se lo difícil que resulta ahora mismo considerarnos compañer@s de lucha, pero cuanto mas difícil, más necesario.
Salud y proximidad compañer@s.
Artur (veí de El Cabanyal)
Adjunto el punto 2 del comunicado conjunto de diversos grupos organizados del barrio. Yo no lo habría redactado así, pero debe ser leído, considerado y apuesto por creer en la buena fe de quien lo ha suscrito.
PONER PUNTO FINAL A LA DEGRADACIÓN URBANÍSTICA Y SOCIAL que está sufriendo el barrio del Cabanyal-Canyamelar. Es necesaria una urgente limpieza y cuidado de las calles y solares. Especialmente de aquellas en las que existen casas ocupadas por grupos marginales y con escasos recursos, que las habitan en condiciones infrahumanas.
Hay que establecer un estricto control de todas las propiedades que se encuentran deshabitadas u ocupadas ilegalmente, tanto privadas como municipales, pues es en ellas y en su entorno donde se está produciendo la mayor degradación. Resulta imprescindible que se garantice el cumplimiento de las ordenanzas municipales en tales propiedades, especialmente aquellas cuya finalidad es conseguir las debidas condiciones de seguridad, salubridad, higiene y ornato público de los edificios.
Resulta igualmente imprescindible que este tipo de intervenciones cuenten con el debido respaldo de los servicios sociales municipales, dado que en algunos casos, las citadas propiedades están ocupadas por familias sin recursos que están en una fase de arraigo e integración, y con los meros desalojos se ven abocadas a buscar otra vivienda en las mismas o parecidas condiciones, de esta forma lo único que se consigue es reproducir y perpetuar el problema familiar, social y urbanístico. Resulta especialmente preocupante la situación de los niños, muchos de los cuales podrían verse forzados a interrumpir su escolarización, la cual había ido consolidándose a lo largo de los años gracias a su propio esfuerzo y trabajo, y el de sus familias, así como el de algunas instituciones.
Fuente: Arturo Gallego