Recientemente, J. A. Pina (artículo publicado en El Periódico de Aragón nos ha recordado la vida del maestro libertario oscense Paco Ponzán, discípulo, amigo y compañero del anarcosindicalista Ramón Acín. Ambos se enfrentaron al fascismo y ambos fueron asesinados por ello.
A Pozán Vidal
Recientemente, J. A. Pina (artículo publicado en El Periódico de Aragón nos ha recordado la vida del maestro libertario oscense Paco Ponzán, discípulo, amigo y compañero del anarcosindicalista Ramón Acín. Ambos se enfrentaron al fascismo y ambos fueron asesinados por ello.
Hoy, todos reconocemos la trayectoria humana, política y artística de Ramón Acín, pero no así la figura de Ponzán, un aragonés olvidado en su tierra y, sin embargo, reconocido con múltiples distinciones póstumas por los gobiernos de EE.UU., Gran Bretaña, Bélgica y Francia. Gracias a su Red de Evasión, formada por exiliados anarquistas, pudieron salvar la vida cientos de perseguidos políticos de toda Europa, principalmente pilotos de aviación aliados, judíos y altos mandos militares, que lograron cruzar los Pirineos y escapar via Gibraltar o Portugal gracias a los guías y bases de apoyo de la Red Ponzán.
Ponzán, como tantos otros antifascistas anónimos, dio su vida por un mundo nuevo, sin pedir nada a cambio, y aún hoy, 60 años después de su muerte, en su tierra se sigue sin reconocer su lucha. Mientras tanto las instituciones políticas parecen mirar hacia el otro lado y en vez de trabajar por recuperar la memoria histórica y rescatar del olvido a los héroes del pueblo, se dedican a homenajear a «ilustres» alcaldes franquistas.
El 17 de agosto de 1944, los nazis asesinaban y quemaban vivo a Ponzán y cincuenta guerrilleros más en Buzet, junto a Toulouse (Francia), dos días antes de la liberación de la ciudad por la resistencia.
Existen dos preciosos libros que narran su vida : «Lucha y muerte por la libertad 1936-1945», escrito por su hermana y colaboradora en la red Pilar Ponzán, y «La red de evasión del grupo Ponzán», del escritor y maquis libertario Antonio Téllez Solá.
Rectificando al amigo J. A. Pina, Ponzán no es natural de Jaca, sino nacido circunstancialmente en Oviedo el 30 de enero de 1911. Pasó su infancia y se crió junto a su madre y hermanas en Huesca, donde es detenido por la insurrección de Jaca de diciembre de 1930. Es maestro interino en Ipas, junto a Jaca, militando en los sindicatos cenetistas de Jaca y Sabiñánigo, siendo encarcelado y juzgado en 1932 por apoyar la huelga de la industria química de Sabiñánigo. Su hermana Pilar obtuvo plaza fija de maestra en Jaca en 1934, siendo encarcelada allí durante un año en 1936. Esta es su vinculación a la ciudad altoaragonesa cuna de la Segunda República.
Ponzán escribió su testamento en la prisión de Toulouse, que dice así : «deseo que mis restos sean trasladados un día a tierra española y enterrados en Huesca, al lado del profesor Ramón Acín». CNT. Huesca.