Se iniciaba el año 1977 en la tacita de plata, cuando un viejo anarquista gaditano me dijo lo siguiente : Mira veo que te relacionas con otros jóvenes que militan en partidos políticos. Eres joven y lo que te diga te sonará raro, ya que convives con ellos y seguro que cuentas con su amistad y les tienen buena consideración. Tienes que pensar que mis palabras salen del corazón, que no tengo interés alguno en aconsejarte mal, todo lo contrario, y que no tengo rencor por ninguno de ellos.
Dicho esto te aconsejo que no esperes de ellos una vez lleguen al poder nada. El poder corrompe hasta límites que no puedes imaginarte por tu juventud. Pero ten siempre en consideración que estos compañeros de viaje hacia un mundo más humano, se apean en cuento ven el interés personal. No te creas que son perversos o malos. Nada de eso. Son seres humanos, como tu y yo. Por eso los anarcosindicalistas nunca dejamos que nuestros dirigentes se consoliden con el tiempo en puestos de responsabilidad.
Muchas personas piensan que los anarquistas somos unos ilusos, bien pensantes, incluso ingenuos. Nada de eso, todo lo contrario. Conocemos, porque la historia nos ha castigado duramente, que en toda personas conviven al mismo tiempo un ángel y un demonio. Por ello evitamos con la constante renovación de nuestros cargos que el demonio acabe instalándose en quien tiene responsabilidad y representa a la organización anarcosindicalista. No somos mejores que nadie pero conocemos las debilidades de los humanos. Por ello nada de poder absoluto y mucho menos por tiempo indefinido.
Estas palabras me rondan con más frecuencia de que querría, ya que los ejemplos de traiciones, engaños y debilidades de bastantes políticos que he conocido de joven y también de no tan joven, me recuerdan la enorme debilidad de lo que somos. ¿Cuántos de los 10 millones de “capullos” que votaron al PSOE en 1982 hubieran imaginado al “líder” de la victoria socialista el Sr Felipe González, comportarse como lo hizo meses después de recibir el respaldo multitudinario del pueblo español y como lo hace ahora ? Una persona que supo generar la ilusión necesaria para que triunfara la España democrática y los trabajadores y trabajadoras pudieran iniciar su emancipación después de siglos de doblegarse ante los poderosos.
El Sr Felipe González, además de estar jubilado, teniendo una pensión de 80.000 euros al año, ha sido contratado por Gas Natural para un cargo de confianza de la empresa con un ingreso bruto de 126.500 euros anuales.
Además su condición de “ex jefe de Gobierno”, le suponen apoyos de la red de embajadas españolas en el extranjero, así como otros tratamientos específicos. Precisamente fue el propio Felipe González el que en 1993 estableció las pensiones para los ex gobernantes y ex políticos, aunque en general todos los que dejan la política son contratados por grandes empresas para aprovechar “su inteligencia” y “buenos contactos”.
¿Como en tiempos tan tristes para millones de personas en desempleo, puede una persona cobrar una “jubilación”, que no necesita porque sigue trabajando y haciendo negocios y jugando en bolsa ? Por otro lado en el caso que nos ocupa no es una persona anónima, que nunca arengó a las masas a “votar” socialista, con lo que ello conllevaba. Urge mucho más una reforma política radical, que la tan traída y llevada reforma laboral, de forma que nadie pueda “vivir y hacer el agosto” con la política. Y por supuesto nunca debe producirse la reforma de las pensiones hasta que comiencen los políticos por eliminar las suyas y después veremos que pasa. Mañana día 21, con la huelga de consumo tenemos una nueva cita para manifestar la necesidad de ese inaplazable y urgente cambio en la manera de ser político.
Fdo. Rafael Fenoy Rico Secretario de Jurídica y Comunicación CGT.