El Jefe del Estado Vaticano arremete contra el carácter laico del Estado Español.
En el anterior artículo exponía el hecho inequívoco del carácter totalizador de la institución eclesial en muchos aspectos en general y en la educación en particular, que se recogían en la obra “dos encíclicas de Pío XI”1 donde, este Papa, se refuerza por condenar el naturalismo pedagógico, la educación sexual, la escuela laica y la coeducación.
Curiosamente y para remachar el carácter in...
El Jefe del Estado Vaticano arremete contra el carácter laico del Estado Español.
En el anterior artículo exponía el hecho inequívoco del carácter totalizador de la institución eclesial en muchos aspectos en general y en la educación en particular, que se recogían en la obra “dos encíclicas de Pío XI”1 donde, este Papa, se refuerza por condenar el naturalismo pedagógico, la educación sexual, la escuela laica y la coeducación.
Curiosamente y para remachar el carácter in…
El Jefe del Estado Vaticano arremete contra el carácter laico del Estado Español.
En el anterior artículo exponía el hecho inequívoco del carácter totalizador de la institución eclesial en muchos aspectos en general y en la educación en particular, que se recogían en la obra “dos encíclicas de Pío XI”1 donde, este Papa, se refuerza por condenar el naturalismo pedagógico, la educación sexual, la escuela laica y la coeducación.
Curiosamente y para remachar el carácter inmovilista de la Iglesia Católica, el actual Papa en su visita a España, ha criticado el comportamiento del estado español con respeto a la educación y la religión, condenando su carácter laico. Este aspecto, hace 80 años, ya fue recogido en la encíclica anteriormente citada2 de manera explicita : “De aquí precisamente se sigue que es contraria a los principios fundamentales de la educación la escuela llamada “neutra” o “laica”, de la que está excluida la religión. Tal escuela además no es prácticamente posible, porque de hecho viene a hacerse irreligiosa”. Haciendo referencia a las posiciones mantenidas por los Papas predecesores, Pio IX y León XIII, en “cuyos tiempos particularmente comenzó a embravecerse el laicismo en la escuela pública”.
Llega el Papa Pio XI en esta encíclica, en concordancia con los papas anteriormente citados y los Sagrados Cánones, a prohibir la asistencia a estas escuela a los niños católicos. “..la asistencia a las escuelas acatólicas, neutras o mixtas, es decir, las abiertas indiferentemente a católicos y a acatólicos sin distinción, está prohibida a los niños católicos, y solo puede tolerarse, únicamente a juicio del Ordinario, en determinadas circunstancias de lugar y tiempo y con especiales cautelas.”
Mientras el actual Papa critica la posición del Estado Español, asemejándola a la de la Republica Española, en tono poco afortunado, los obispos de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que celebraron su CCXVI reunión durante los días 22 y 23 de junio del presente año 2010, ha difundido una Declaración sobre exposición de símbolos religiosos cristianos en Europa, ante la inminente resolución de la Corte europea sobre la exposición de símbolos religiosos en las escuelas estatales.
Se dice en esta declaración algo que choca frontalmente con la doctrina expuesta anteriormente : “gracias precisamente al cristianismo, Europa ha sabido afirmar la autonomía de los campos espiritual y temporal y abrirse al principio de la libertad religiosa, respetando tanto los derechos de los creyentes como de los no creyentes”. ¿Qué afirmación de autonomía es esta que parte de las críticas a un estado soberano y aconfesional según la constitución española ? ¿Que respeto es este que promueve prohibiciones y condenas ?
Pero hay más ya que el actual Papa, al criticar el carácter laico de un estado aconfesional, muestra una profunda ignorancia, en el mejor de los casos, al atribuirle una posición antirreligiosa al laicismo. El laicismo es la máxima expresión del respeto a todas las personas y sus creencias, y por ello se centra en todo aquello que nos une como personas (laicos = común), de suerte que lo que es específico de cada cual no sea motivo de división o confrontación. De hecho la propia iglesia utiliza el concepto laico (en sentido muy estricto), para referirse a los cristianos no ordenados3
Por ello no es posible sostener, después de conocer la posición del Papado, que, como afirman los obispos de la comisión episcopal española : “De la cruz surgen el altruismo y la generosidad más acendrados, así como una sincera solidaridad ofrecida a todos, sin imponer nada a nadie”. Ya que a fuerza de prohibir y de imponer el símbolo adopta un significado segregador, excluyente y autoritario.
Fdo. Rafael Fenoy Rico Secretario de Jurídica y Comunicación de CGT.