Obligar al olvido para doblegar a una especie hasta conseguir su mansedumbre absoluta.
Hay que respetar las opiniones y pensamientos de todas las personas, ya que la libertad sería una palabra hueca sin ese necesario respeto. En el ejercicio de esa libertad trasmito a quienes deseen conocer mi opinión y pensamientos. No en vano nuestro refranero, sabio donde los haya, tiene aquello de ¡hablando se entienden la gente !
Gentes de este país aún tiene miedo de expresar llanamente lo que piensan. Un miedo fraguado en los luctuosos acontecimientos de la guerra civil y sus trágicas consecuencias, que sin embargo a fuerza de querer ocultarlos, más se hunden en el inconsciente colectivo y lo llenan de una fuerza que debería no tener a estas alturas de la historia. Vuelta a nuestro refranero con aquello de “agua pasada no mueve molino”. Pero es evidente que esas aguas, por turbias, por dañinas, por negras y torrenciales, han dejado huellas en el lecho del rio y en sus riberas que aún permanecen. Las aguas evidentemente ya pasaron. ¿Dónde estarán ? “Ajolá” se hayan fundido con el mar inmenso del amor y la fraternidad, en océanos de humanidad. Pero las huellas de tanta destrucción, de tanto salvajismo y terror siguen presentes en el ánimo (alma) de aquellos que vivieron, conocieron y recuerdan, como si fuese hoy.
Lo peor no es que esas vivencias atormenten aún a las victimas y testigos, sino que en el fondo de algunas personas aún hoy aniden los malos sentimientos que produjeron esa sinrazón, esa fechoría inmensa. La ventaja es que hoy día está feo darle el “paseo” al vecino para descerrajarle un tiro en la cabeza. No está…como diríamos ¡bien visto !. Pero no obstante esos “paseos” virtuales se dan con cierta frecuencia y hay “victimas” inocentes de la intolerancia a la libertad de expresión, porque hay mucho de persecución de los que solo con su actitud, o peor aún con su acción puedan poner en riesgo el estatus alcanzado por el verdugo. ¡Cuando moobing se desarrolla de esta forma !
Aquello que anima esos comportamientos intolerantes, esa manera de vivir para dominar a los demás, para controlarlos, para hacerlos siervo del interés particular, es la misma fuerza que alentaba a los asesinos de Federico García Lorca o Infante y de millares de seres como ellos luminosos y amables. ¡No hablemos más de ello ! ¡Que los muertos entierren a sus muertos ! ¿Para qué sacar a la luz aquello que pasó ? ¡Por favor, hijos no más vendettas !. Y es cierto. No es la venganza la que guía esos pasos hacia el descubrimiento de la fosa común. Es amor, es compasión y sobre todo justicia. Porque la justicia nos trae la calma, nos da sosiego. Ganemos o perdamos sentirse tratado justamente permite asumir tanto la victoria como la derrota. No obstante hay quienes han decidido que seamos derrotados aplicando un trato injusto y antisocial, de forma que a fuerza de no conocer, de no recordar puedan impunemente repetir la salvajada un poco más adelante. Como si de ganado se tratara, una vez realizada la “criva”, se esperara a que las nuevas generaciones ni se imaginasen como se va a producir la próxima y de esta forma y doblegar a una especie hasta conseguir su mansedumbre absoluta. Entonces ya no habrá reparos para asumir la esclavitud felizmente.
Fdo Rafael Fenoy Rico