Tras un Bono interruptus, un Sebastián nasciturus. Esa ha sido la sublime decisión de ZP. Una opción que habrá hecho inmensamente feliz al emperador de las zanjas en la villa y corte. El muy apañado Alberto Ruíz-Gallardón. Así que a los madrileños ¡que les parta un rayo ! Porque Miguel Sebastián es un paquete, un fardo, un ilustre desconocido. Un nasciturus políticamente hablando. Pero a nadie le debe extrañar, viniendo de donde viene. Hace tiempo que Rodríguez Zapatero está empeñado en hacerle la vida fácil a Mariano Rajoy, pobriño. Bono ya puede descansar tranquilo en su flamante Hípica Almenara, remodelada por su amigo “El Pocero”, el polémico constructor de la macrourbanización de Seseña.

Tras un Bono interruptus, un Sebastián nasciturus. Esa ha sido la sublime decisión de ZP. Una opción que habrá hecho inmensamente feliz al emperador de las zanjas en la villa y corte. El muy apañado Alberto Ruíz-Gallardón. Así que a los madrileños ¡que les parta un rayo ! Porque Miguel Sebastián es un paquete, un fardo, un ilustre desconocido. Un nasciturus políticamente hablando. Pero a nadie le debe extrañar, viniendo de donde viene. Hace tiempo que Rodríguez Zapatero está empeñado en hacerle la vida fácil a Mariano Rajoy, pobriño. Bono ya puede descansar tranquilo en su flamante Hípica Almenara, remodelada por su amigo “El Pocero”, el polémico constructor de la macrourbanización de Seseña.

Esta no es la primera vez que Zapatero se pasa a su peor enemigo en los últimos tiempos. Está entrenado. La primera piedra de su peculiar epitafio la puso cuando en pleno debate del Estatut se abrazó con un imberbe Artur Mas. Con nocturnidad y alevosía. Dejando a Maragall, el hombre que le había hecho secretario general con su votos cuando José Bono le pisaba los talones, al pie de los caballos. Y de aquellos vientos vienen los lodos del próximo primero de noviembre. Por reanimar a una derecha catalanista arrinconada por primera vez desde la transición debido al tirón de un gobierno tripartito de izquierdas y republicano, en las próximas elecciones autonómicas el PSC va a morder el polvo.

Curiosa forma de derrochar un capital político tan trabajosamente acumulado. Según todas las encuestas, el gran vencedor en esos comicios será Convergencia i Unió. Y el mayor descalabro se lo llevarán los socialistas catalanes liderados por el soso José Montilla. Lo curioso de esta pirueta presidencial que llevará al PSC de la cima a la sima es que incluso ahora los sondeos le sacan los colores a Zapatero. Canibalizado por sus domésticos, humillado por el jefe de Madrid y vapuleado por los media concomitantes, Pascual Maragall, el gran defenestrado, sigue siendo el político más valorado en Catalunya a decir de esos mismos escrutadores de la opinión pública. ¿Quo vadis ZP ?

Porque cifrarlo todo en la reforma cívico-social y pensar en alcanzar la mayoría absoluta con la credencial de haber sellado un acuerdo de paz con ETA, puede ser un espejismo. Sobre todo si los espectros del 11-M se revuelven en su osario espoleados por el brillo de la recompensa que ofrece la derecha ultramontana y sus terminales. La victoria pírrica de Estrasburgo advierte que aún queda camino por recorrer en esa pista. Que no todo está atado y bien atado. Y que ETA ya tiene el reconocimiento político europeo que necesitaba para vender mucho más cara su mercancía. ¡Cosas veredes !
La buena noticia es que al comando Rubalcaba y al felipismo intravenoso no le ha salido la jugada. Querían deshacerse de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, el único referente de izquierda militante que queda en el Ejecutivo, incitándola al abismo de los comicios madrileños. Pero un alud de mensajes por los teléfonos móviles denunciándolo frustró la operación precipicio.

Mientras, Zapatero, como Carlos X de Francia, debe pensar que Madrid bien vale una misa.


Fuente: Rafael Cid