Debíamos a la iniciativa del duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil y representante de las castas más intransigentes del país, la rancia divisa “Todo por la patria” que desde hace casi dos siglos ondea en esas casas-cuartel que colonizan nuestra geografía. Y ahora habrá que endosarle a un gobierno socialista que se pretendía innovador y reformista el “benemérito” obsequio de ese “Todo por el patrimonio” que supone el gratis total fiscal de la riqueza privada acumulada. Mientras, por otra parte, se niega la restitución del patrimonio sindical a aquellas organizaciones de clase que, como la CNT, no comulgaron con la transición-trágala neofranquista. En política, cada vez con más saña, el problema suele estar en la solución.

Debíamos a la iniciativa del duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil y representante de las castas más intransigentes del país, la rancia divisa “Todo por la patria” que desde hace casi dos siglos ondea en esas casas-cuartel que colonizan nuestra geografía. Y ahora habrá que endosarle a un gobierno socialista que se pretendía innovador y reformista el “benemérito” obsequio de ese “Todo por el patrimonio” que supone el gratis total fiscal de la riqueza privada acumulada. Mientras, por otra parte, se niega la restitución del patrimonio sindical a aquellas organizaciones de clase que, como la CNT, no comulgaron con la transición-trágala neofranquista. En política, cada vez con más saña, el problema suele estar en la solución.

La clave del momento es identificar qué nos pasa para saber qué queremos. ¿Queremos que gane de verdad la izquierda o sólo Zapatero aunque sea con un programa conservador ? Esta parece la disyuntiva real, visto que tras los dos primeros años de gracia, el PSOE está en caída libre hacia territorios de la oposición. Como evidencian su política fiscal (impuesto cero sobre el patrimonio) y la postergación sine die de medidas sociales que supongan enfadar a nuestra “yihadista” Iglesia (profundizar la despenalización del aborto y la eutanasia). Cada vez más, y no sólo en la política antiterrorista, la monarquía y la consolidación de la antidemocrática Ley de Partidos, PP y PSOE son medias naranjas. ZP no les ha fallado, es que ha completado su viaje equinoccial. Y ahora, como recordaba Foucault, aparece ya descaradamente como la oposición que se “fabricó” el poder para legitimarse democráticamente.

Estamos, pues, ante uno de esos misterios de la izquierda cortesana que suele repetirse cíclicamente desde el inicio de la transición : salida de caballo y parada de burro. Con Rodríguez o con González, tanto monta, la misma canción del olvido. Los socialistas, escoltados por comunistas o sus sucedáneos corales del momento, pasan sin solución de continuidad de las convicciones a las conveniencias, y si te he visto no me acuerdo.

La tradición es que se alcanza el Gobierno re-encantando a incrédulos impenitentes y abstencionistas declarados que luego el poder se conserva ampliando la base social en el caladero electoral de la derecha. Con razón decía Lord Acton aquello de que “el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente, por eso la mayoría de los políticos son malas personas”. Talante o carisma siempre rompen la misma crisma. El miedo a otro 23-F llevó a Felipe González a La Moncloa y luego vino el GAL, el robo de fondos reservados, la corrupción de la beautiful people y la contrarreforma sindical. Y el pavor ante el 11-M introdujo bajo palio a Rodríguez Zapatero y hoy ya se le empieza a ver el plumero. Y nada impide que si remontan la pendiente en las elecciones de marzo a base de comulgar con ruedas de molino y ETA contribuye con su autismo-leninismo del cuanto pero mejor, tengamos un gobierno de salvación nacional PP-PSOE.

Ni hay hombres providenciales ni siempre un hombre es un voto, también lo es una boina. Por lo tanto, transitar por los meandros de la política oficial, analizando motivaciones y escrutando horizontes, es casi un ejercicio inútil. Todo está escrito y mucho dicho y sabido. La representación política en las sociedades complejas, con los medios de comunicación de masas como gendarmes del statu quo, es casi siempre y universalmente una representación de intereses, de grupos de interés. Y de ese guión pocos se salvan. Eso sí, si llegados a este punto compartimos el diagnóstico, al menos podemos decir que sabemos lo que nos pasa y cabe la esperanza.

Porque lo que pasa en realidad es que existe una democracia de percepción que gracias a los poderosos medios de seducción global, vulgar propaganda con celofán de cinco estrellas, nos venden como democracia real. Pero esta democracia no es demócrata. Ni cristo que lo fundó.

La prueba son esos informes de organismos internacionales que sitúan la educación de nuestro jóvenes, ¡las prometedoras generaciones futuras !, en niveles de mera subsistencia intelectual y mental. No es cierto que en España se haya erradicado el analfabetismo, lo que ahora sucede es que se ha hecho funcional. Si nuestro escolares y preuniversitarios no alcanzan a comprender la lectura sostenida de tres líneas de un texto que no sea sms, ¡a qué aspiramos como sociedad ? No es por ponernos tremendos ni estupendos, pero menuda mierda de progreso que estamos incubando. Somos el farolillo rojo de Europa en muchos indicadores educativos y sociales cruciales que deberían ser los valores esenciales a dinamizar por la izquierda para, como sostiene el liberal Jhon Rawls, equilibrar las desigualdades naturales. Pero sus representantes, lejos de invertir en esa dirección, hacen proclamas electorales para amortizarlos.

Y albarda sobre albarda. ¿Cabe mayor fracaso de esa modélica transición que 30 años después, varias generaciones por medio, dos décadas de gobierno socialista y teóricamente reformador en las estructuras esenciales del bienestar nos hayan devuelto la sociedad roña y los valores cutres de los años cuarenta : desigualdad social creciente, brecha educacional, apatía ciudadana, conformismo social, resignación vital, una Iglesia preconciliar,

una derecha cavernaria (¡Zerolo al paredón !), corrupción institucional, unos tribunales inquisitoriales, una Jefatura del Estado deidificada y una izquierda transgénica ?. ¡Cuéntame cómo paso !

Por cierto, causa vergüenza ajena ver que para justificar el regalo del impuesto del patrimonio se utiliza un argumento similar al que en su día destrozó Keynes respecto a la contención salarial. Si entonces el padre de la economía neoclásica demostró que ese dinero de más no iba como pretendían los guardianes de la ortodoxia del mercado para mayor inversión empresarial y la consiguiente creación de empleo, ahora igualmente cabe dudar que esa riqueza privada expropiada de sus fines públicos vaya a generar una mayor nivel de renta disponible para la dinamizar el tejido social.

En una curiosa defensa editorial El País, predicando con el antiejemplo, dice que la medida no es mala porque ya ha sido adoptada por casi todos los países que han abrazado la doctrina neoliberal. Lo que el PSOE ha hecho es un gratis total antisocial para intentar meterse en el bolsillo a un electorado (y de paso al sistema financiero)) atrapado en la crisis de las hipotecas. En esto, una vez más, Proudhon está de plena actualidad : este tipo de propiedad, su patrimonialización sin tener en cuenta su origen y función social, sigue siendo un robo.

Con esa izquierda no se necesita derecha. Aunque hablar de izquierda es un eufemismo piadoso. En realidad en España de la izquierda no quedan ni las raspas. Durante el franquismo todo el mundo se decía de izquierda, aunque cuando llegó la hora de demostrarlo sus representantes corrieron a abrazarse con los fascistas que antes denostaban y lo llamaron transición y consenso. Ahora todo el mundo se dice demócrata y se las tragan dobladas. Damos la peor nota en cumplimiento de los acuerdos de Kyoto, Amnistía Internacional denuncia que en el Estado español se sigue torturando, llevamos ante tribunales especiales a jóvenes irreverentes con los símbolos de la corona y, en fin, disfrutamos de un capital educativo juvenil de mentecatos. Pero a cambio, somos la “envidia” del mundo en corrupción urbanística y hemos logrado ser líderes mundiales, según la ONU, en venta y consumo de cocaína. Todo ello sin que la clase política haya dimitido en aluvión o se esté batiendo en retirada.

Pero visto lo visto, y convencidos de que lo política suicida realmente existente que padecemos es fruto de haber sido derrotados y colonizados culturalmente por la derecha, seamos indulgentes y solidarios en nuestras últimas voluntades con esos jóvenes en lucha con la ortografía y la sintaxis, al final sólo víctimas propiciatorias del sistema, y reconozcamos : ¡Ex-paña va bien, todo por la patria y por el patrimonio !


Fuente: Rafael Cid