Solamente desde la asnal lógica del mercado, que los hechos han demostrado catastrófica, se puede aceptar la bondad de la operación rescate. Diseñada por Bush y la Sagrada Familia neocons, y aceptada por una mayoría de los representantes de los partidos demócrata y republicano, este nuevo Plan Marsall por el que los pobres salvan a los ricos para que les sigan robando, supone la consagración universal de la irracionalidad económica. El dicho “no hay bien que por mal no venga” acaba de alcanzar su máxima expresión política. No sólo no se odia al delito ni se compadece aL delincuente, somos putas –con el máximo respeto para las profesionales copulativas- que además ponemos la cama. La operación rescate, bendecida a infinitas bandas por toda la clase política y sindical representativa, derecha e izquierda todos para uno y uno para todos, supone admitir la corrupción generalizada, el robo a manos llenas, el fraude piramidal, el saqueo y el cinismo canibal, bajo el paraguas del mercado como único referente posible. Es ley de la horca y la obediencia debida.
No sólo se ha premiado al verdugo, es que además las víctimas han tenido que hipotecarse para garantizar la supervivencia de los capo mafia que han cometido el crimen. A partir de ahora la suerte está echada. No hay alternativa. Otro mundo es menos posible. El sistema de dominación ha alcanzado su paroxismo necrófago. Nada nuevo, por otra parte. Poderoso caballero es don dinero. Los partidos políticos no podían defraudarles. Cabían pocas sorpresas. Los partidos existen por los generosos créditos que les concede la banca sin casi preguntar ni cómo, ni cuándo, ni para qué. Es más, ellos son los que inventaron las sub-primes. ¿Acaso no son los partidos los grandes fallidos del sistema financiero ? ¿No es cierto que, por ejemplo en España, la gran banca tiene que hacer rutinarias provisiones de tesorería sobre esa partida porque da por hecho que antes o después tendrá que “condonar” la deuda contraída por tal o cual formación si llega al poder o a sus aledaños ? ¿Qué otra cosa podían hacer ahora sino actuar en consecuencia y devolver el favor a sus altruistas benefactores ? Según el Center of Responsive Politics de Washimgton, los representantes del Congresos EEUU que votaron a favor de la operación rescate, en contra de buena parte de la opinión pública, reciben como media un 50% más en donativos de Wall Street y otras entidades que quienes lo hicieron en contra. Tan cutre como lo del “Barrilete Cósmico” ese de cajamadroño (a más Aguirrre menos esperanza).
Pero si desde una óptica convencional la cuestión resulta ya infumable, desde la perspectiva de una izquierda que se postula defensora de la “clase obrera” y se define como “socialista” en sus siglas, la cosa es simplemente delirante. ¡Todo por la patria ! Y con dos cojones. Porque, dicen los zangolotinos, es que si no qué iba a ser de nosotros. Pongámoslo apellidos : miedo a la libertad, servidumbre voluntaria, enfermedad senil, etc. Lo que ustedes quieran, pero la verdad de la buena es que todo era un farsa. Ni “obrero”, ni “socialista”, ni Cristo que lo fundó. Pura desfachatez para encubrir su camaleónica indignidad. A ellos no les afectan los ERE´s ni tienen que renunciar a viviendas de protección oficial por haberse cortado el grifo del crédito. Eso sí, según el gobierno y sus mentidores de cabecera, el sistema financiero español es magnífico aunque la economía real esté hecha una pena. Y no es coña, la gran banca ha hecho el agosto durante años, con beneficios de escándalo, y ahora se llama andana. Los mercados financieros, cuando llegan las vacas flacas, se olvidan de su responsabilidad en la asignación de recursos a la economía real.
En realidad, ellos creen a pies juntillas, como aquel ex secretario del Tesoro estadounidense convertido en dirigente de la General Motors, que lo que es bueno para los capitalistas es bueno para los proletarios. Pura democracia orgánica. Una teoría de supervivientes, náufragos y ahogados que recuerda la máxima de la transición vista desde la izquierda. Por nuestro propio bien, decían sus preclaros dirigentes, había que aceptar la monarquía franquista y los cuadros de la atroz dictadura, porque lo contrario era el caos y el crujir de dientes. De nuevo la víctima pidiendo perdón a los verdugos. Así que vamos de derrota en derrota hasta la victoria final y sigo porque me toca. Los de arriba cada vez más aupados y los de abajo cada vez más enterrados. Los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más indigentes. Y a todo esto, la salida de la crisis es más de los mismo : salarios más bajos, empleo más precario, pensiones basura, desempleo a chorros, privatización social y despidos express. Porque la operación rescate confirma lo que siempre han proclamado quienes tiene la sartén por el mango y el mando también : la crisis está producida por la baja productividad y la rigidez salarial y laboral. Lo contrario es pura utopía. O como dijo Gandhi cuando le preguntaron sobre qué le parecía la civilización occidental, sería una buena cosa.
Terminaremos con dos citas, distantes 27 años una de otra, de uno de los mayores expertos en la cosa financiera, Antonio Torrero Mañas. En su obra Tendencias del sistema financiero español (1981decía : “A la vista de los condicionantes que el modelo de competencia financiera está produciendo, (se plantea) la conveniencia de alterar el punto de mira y en vez de subordinar los sectores reales al sistema financiero poner este último al servicio de la economía real” (pág.11). Y en su último libro Revolución en las finanzas (2008), afirma que “la inestabilidad financiera se está acelerando y el riesgo de que se produzca una catástrofe financiera –no una simple crisis a la que tan acostumbrados estamos desde la década de los setenta – es cada vez mayor” (pág.16), para terminar acusando a los medios de comunicación de haber impedido un debate sobre la idoneidad de la liberalización financiera con su apoyo entusiasta a la tesis de la desregulación de los mercados (pág, 246). La voz de su amo.
Fuente: Rafael Cid