La polémica está servida. ¿Es legítima la guerra de Libia porque tiene una resolución del Consejo de Seguridad (CS) de la ONU, frente a la ilegal guerra de Irak sin veredicto concluyente? ¿El Consejo de Seguridad, una asamblea tan poco democrática –una nación no es un voto- que algunos miembros tienen el privilegio del veto, es un organismo legítimo para declarar una guerra cuando pesos pesados pasan sobre ascuas del “no” a la abstención?

Veamos
puntos coincidentes y divergentes entre ambos escenarios.


Veamos
puntos coincidentes y divergentes entre ambos escenarios.

La guerra de
Irak se inició con un subterfugio que no era en realidad una
autorización firme del CS de la ONU para el conflicto. Una coalición
formada por EEUU, Reino Unido y España, el Trío de las Azores,
utilizó la resoluciones 1441 (2002), 1483 (2003) y 1512 (2003) que
exigían al régimen de Sadam Hussein un desarme efectivo y
verificable para iniciar una ofensiva militar en toda regla. En el
caso de la actual guerra de Libia existe una resolución clara del CS
de la ONU tras haber cambiado por la abstención su veto anterior
países como China, India, Rusia, Brasil y Alemania.

En ambos
casos se ha usado la presunta existencia de armas de destrucción
masiva como justificación para la intervención. En Irak fue mentira
de principio a fin y en Libia aún no ha sido probada. El
fantasmagórico suceso del avión derribado por las tropas de Gadafi,
cuando éste acababa de declarar el cese de hostilidades, que en
realidad fue tirado por la artillería del bando rebelde, suena
también a otro ardid para desencadenar sin miramientos la operación
“Amanecer de la Odisea” contra el régimen Libio.

Cuando Iraq
el Congreso de los diputados votó antes a favor de la intervención
junto a la coalición. Ahora ha sido a posteriori, una vez estallado
el conflicto y con el contingente bélico español sobre el teatro de
operaciones.

Entonces
España no enviaba tropas para el combate directo. Ahora sí, y en
primer plano: 6 aviones, 1 submarino, 1 fragata. Aparte de poner a
disposición de la ofensiva militar aliada las bases “españolas”
de Rota y Morón.

Entonces la
izquierda y el PSOE en la oposición abanderaron el “No a la
guerra” contra la mayoría parlamentaria del Partido Popular en el
gobierno. Ahora el PSOE en el gobierno abandera la guerra con el
apoyo del PP en la oposición, sin apenas contestación en otros
partidos, medios de comunicación, sindicatos mayoritarios, artistas
y sociedad civil, en principio. Eso sí, ambas guerras preventivas,
la del 2003 y la del 2011, se iniciaron un mismo día: el 19 de
marzo.

Distinto
pero no distante. En Irak el comandante supremo de la coalición era
el ex alcohólico George Bush, y ahora, en Libia, lo es el Premio
Nobel de la Paz, Barack Obama, quien en la mejor tradición de los
halcones de la Casa Blanca se ha negado a pedir perdón al pueblo
chileno porque el país que representa promoviera el derrocamiento y
asesinato del presidente democrático Salvador Allende. Lo idus de
marzo.

Rafael Cid