El BOE acaba de publicar las cuentas de la subvención dada en el primer trimestre del 2011 a los partidos políticos con representación parlamentaria. Alcanza a más de 18 millones de euros sólo entre el PP y el PSOE. Queda claro, pues, que nuestros re-presentantes están subvencionados por el Estado, vamos que somos todos los contribuyentes quienes asumimos sus facturas. Normal en el reino de la impunidad monárquica. Lo mismo ocurre con otras instituciones supuestamente representativas, léase Comisiones Obreras (CCOO), Unión General de Trabajadores (UGT) y la patronal CEOE.
Viene esto
a cuento de ese plan de jubilación anticipada que piensan ejecutar
las cajas de ahorros sometidas a la purga decretada por el tándem
gobierno-banca para una mayor concentración del negocio financiero
(¡viva la competencia!) y de la más difícil todavía (por
tratarse de una multinacional con beneficios astronómicos) que está
dispuesta a ejecutar la Telefónica privatizada por el aznarismo.
Posturas ambas totalmente indecentes, habida cuenta de que hay más
Viene esto
a cuento de ese plan de jubilación anticipada que piensan ejecutar
las cajas de ahorros sometidas a la purga decretada por el tándem
gobierno-banca para una mayor concentración del negocio financiero
(¡viva la competencia!) y de la más difícil todavía (por
tratarse de una multinacional con beneficios astronómicos) que está
dispuesta a ejecutar la Telefónica privatizada por el aznarismo.
Posturas ambas totalmente indecentes, habida cuenta de que hay más
de un 20 por ciento de la población activa en paro (entre los
jóvenes supera ya el 43%), aunque según la OCDE somos uno de los
países de la Unión Europea que más horas de trabajo realiza y más
empleo precario tiene (lo uno por lo otro). Una evidencia de que el
cacareado déficit de competitividad de nuestro sistema productivo
viene de la tradicional huelga de inversiones de nuestro patriótico
empresariado, que utiliza la complicidad de los diferentes gobiernos
para seguir ganando dinero a través de una sistemática destrucción
de empleo.
Pero todo
eso se estrellaría contra la berroqueña empalizada levantada por
las cúpulas de los partidos y sindicatos -que nos representan como
el ángel de la guarda y las cuatro esquinitas que tiene la cama-, si
no fuera porque papa Estado está al quite con su proteccionismo de
armas tomar. Un corcho que impide que los problemas reales, de la
gente real y las situaciones reales, culmine en su destino natural.
Los partidos transigen porque la banca es amiga y siempre perdona
algunos milloncejos de la cuenta que tienen con ellos. Y CCOO y UGT,
inocentes ellas, demasiado tienen con pagar la nómina de sus miles y
miles de empleados (me dicen, y no lo afirmo, que sólo Comisiones
emplea a cerca de 50.000 personas). Por no hablar de los buenos euros
que les caen cada vez que asisten en la resolución de los EREs, esa
curiosa modalidad de cierre patronal con auxilio sindical que casi
ha logrado pervertir su finalidad social, haciendo un suculento
negocio privado del despido colectivo de quienes en teoría son sus
protegidos.
Pobres
Comisiones y Ugeté, que semana de pasión les espera, tener que
enfrentarse a Telefónica por las prejubilaciones, cuando se
llevaban tan bien con su presidente Cesar Alerta que hasta tenían un
negocio conjunto en los planes de pensiones de la entidad. La bicha
se llama Fonditel, está participada al 70% por Telefónica y el
resto a partes iguales por CCOO y UGT. Y el año 2005 Fonditel
reportó a ambos sindicatos, en comandita, 4,5 millones de euros.
Matapobres
Rafael Cid