RAFAEL CID. El sarkófago francés
Que 50 años no es nada, como en el célebre tango. Pero a lo bestia, o sea, a lo Sarkozy. París de la France, el centro de la cultura, el glamour y la ilustración ; ese hexágono varietal que, como dice mi amigo De Micheo, tiene más sociólogos por quartier que remaches la Torre Eiffel, ha dada su gran salto hacia atrás tras años de tomar impulso. Hace 50 impuso el toque de queda por el affaire argelino, y hoy, otros 50 después, utiliza el mismo método braille para meter en cintura a los díscolos nietos de aquellos abuelos, oriundos ya de segunda generación pero igualmente parias.
RAFAEL CID. El sarkófago francés

Que 50 años no es nada, como en el célebre tango. Pero a lo bestia, o sea, a lo Sarkozy. París de la France, el centro de la cultura, el glamour y la ilustración ; ese hexágono varietal que, como dice mi amigo De Micheo, tiene más sociólogos por quartier que remaches la Torre Eiffel, ha dada su gran salto hacia atrás tras años de tomar impulso. Hace 50 impuso el toque de queda por el affaire argelino, y hoy, otros 50 después, utiliza el mismo método braille para meter en cintura a los díscolos nietos de aquellos abuelos, oriundos ya de segunda generación pero igualmente parias.

El monopolio en el uso de la fuerza, que Max Weber connotara como la esencia del Estado, se hace paradigma en este flagrante Estado de excepción, quedando como único testigo cierto del nirvana que nos prometían con el famoso proyecto europeista derrotado democráticamente en las urnas. Un Estado jibarizado en Derecho por las castas que ocupan el Poder, desde el Eliseo a la Asamblea francesa, desde Notre Dame al Golfo de Vizcaya. El sarkófago de monsieur Sarkozy. El vistoso jarrón de porcelana china que diseñaron los Giscard y los Chirac ha saltado por los aires en mil pedazos y ya no hay Dios que lo recomponga. Los flics urgan de nuevo bajo los adoquines persiguiendo enrages de nueva hornada. Es la comedie francesa con sus mejores galas : la república a palos. ¡Qué razón tenían los ciudadanos que dieron un “no” rotundo en aquel referéndum-trágala tan bendecido desde todos los púlpitos¡ Retumban de nuevo las palabras de Luisa Michel, la “vándala” de La Comuna, cuando razonaba sobre el abismo : “¡Es preciso que la verdad ascienda desde la calle porque desde las alturas sólo se desprenden mentiras !”.

No hay que dejar jamás que la realidad estropee una buena historia. Si desprecian el bollito de una constitución, peor para ellos. Si la escoria protesta y maldice, a por ellos. La calle es nuestra. Esa es la cantinela de los bien pensantes. Sin novedad en el frente, señora marquesa. La democracia pret a porter es magnífica mientras no lleva la contraria a los demócratas oficiales y sus derviches. Una democracia metonímica que trastoca causas por efectos. Ellos juran que los sucesos de estos días son consecuencia del uso del velo, el desagradecido “no” a la Constitución y el choque de civilizaciones. La escoria, por el contrario, sabe que aquellos vientos trajeron estos lodos y que a la postre los paganos no tiene patria. Sólo un confortable sarkófago en un impoluto exilio interior. Porque con la misma lógica que expulsan del país a los “vándalos” sin contemplaciones, ninguna de esas severas autoridades ha alzado la voz frente al gulag que la CIA ha incrustado en el corazón de la Unión Europea.


Fuente: Rafael Cid